La denuncia por malos tratos presentada la pasada semana por dos ecuatorianos en la que aseguraban haber sido agredidos física y psicológicamente en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía en Eivissa ha derivado en un cruce de acusaciones entre los sindicatos policiales y Els Verds.

Este grupo político quiso contestar ayer al comunicado de los funcionarios del CNP en el que se afirmaba que dicha denuncia era «absurda e irreal». Según la formación ecologista, que niega algún tipo de «fin electoralista» en su posición (puesto que, indica, los inmigrantes no tienen derecho al voto), «ni Els Verds ni el Sindicato de Policía» pueden «presuponer que la denuncia sea falsa».

Asimismo, Chakir Bouassel, responsable del área de inmigración y cooperación de Els Verds, afirma haber recibido en la sede del partido «muchas denuncias de inmigrantes que han sido detenidos por no tener papeles, que dicen haber recibido malos tratos psicológicos y físicos y que no han querido denunciar por miedo». En esta misma línea, Bouassel replica que Els Verds no está «defendiendo los intereses de los posibles delincuentes sino la aplicación de la ley, con el debido respeto por los derechos de las personas».

Els Verds incluso se muestra de acuerdo con la afirmación de los funcionarios del CNP al respecto de que los malos tratos remiten a la época franquista o a la represión nazi, aunque llegan hasta «el ejemplo de la república griega, la cual reparte a la sociedad en gobernantes, ciudadanos y esclavos». Este último papel, apunta Bouassel, correspondería «a los inmigrantes en la sociedad española». «La igualdad emigrante-delincuente, que se ha creado impunemente en nuestra sociedad, permite a muchas personas creerse con el 'derecho' de no tratar con el debido respeto a las personas», añade.