La policía cuenta con una comisaría en el aeropuerto de Palma. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

Además de ser un lugar de tránsito en el que cada año pasan millones de personas, y trabajan miles en diferentes servicios, el aeropuerto de Son Sant Joan tiene sus propias connotaciones en el tema de la delincuencia. Las instalaciones aeroportuarias son elegidas por grupos organizados y personas en solitario para llevar a cabo acciones delictivas muy concretas. Así, por ejemplo, la estadística señala que los delitos más comunes que se producen son los del robo al descuido, sustracciones y robos mediante engaño. También, la estadística refleja que de los cerca de 120 detenidos el año pasado, la inmensa mayoría, más del 90%, son extranjeros. Pero vayamos por partes y empecemos por el delincuente nacional. De entrada, es raro que uno de éstos que actúa normalmente por Palma o localidades de la isla se desplace a Son Sant Joan. Sobre todo en verano, se ha detectado que un grupo de seis personas, perfectamente organizado y de profesión «carteristas», se desplazaba los fines de semana desde Málaga.

Una vez aquí se dedicaban a situarse en las colas y, según los policías, haciendo gala de una gran experiencia, «limpiaron» cientos de carteras a turistas. Después de varias denuncias se montó un servicio especial y se les detuvo. Se dio entonces la anécdota de que una mujer, que formaba parte del grupo, después de reconocer lo que había hecho se mostró sorprendida y le dijo a los policías: «es la primera vez, en los 20 años que llevo actuando, que se me identifica y detiene». Otro grupo, este extranjero y en su mayoría argelinos, se desplaza desde Barcelona a Palma con billete de ida y vuelta el mismo día. Ello les permitía acceder al aeropuerto, donde sustraían efectos del interior de equipajes y horas después regresaban a la Ciudad Condal. Otra modalidad que se ha utilizado en muchas ocasiones, y se sigue utilizando, es la de que dos o más personas esperan a que un recién llegado al aeropuerto acuda al párking a recoger su vehículo. Uno de los delincuentes se le acerca con un plano de Palma y le pide que le indique cómo llegar a un lugar concreto. Cuando la víctima se aparta un momento del coche, otro delincuente coge la maleta o maletas de la víctima y se va. También se ha detectado, y al respecto se han formulado numerosas denuncias, a delincuentes que se dedican a robar maletas y bolsos de mano por el procedimiento del «tirón».

A lo largo de 2002 el total de denuncias que se formularon por delitos en el aeropuerto se acerca a la cifra de mil cien, y del más del centenar de detenidos muchos son reincidentes. En otros casos se detectaron robos del interior de maletas de viajeros que, curiosamente, se producían en el trayecto del avión a la cinta. Aquí también se llevó a cabo una actuación y, sin que al final se pudiera concretar la autoría, sí que se atajaron los robos al tomarse una serie de medidas.