Picazo advirtió que no se podrá saber con exactitud si el
cadáver (hallado en un avanzado estado de descomposición)
corresponde a Dónovan Párraga hasta que no se le practique la
autopsia y las pruebas de ADN, por lo que los restos se han
trasladado al Tanatorio de Guadalajara. Respecto a las causas de la
muerte, el subdelegado indicó que se baraja todo tipo de hipótesis
«desde un accidente hasta cualquier cosa», si bien advirtió que el
caso se encuentra bajo secreto sumarial.
No obstante, ayer noche se pudo saber que los restos del cadáver
no presentan signos de violencia, según los primeros análisis
preliminares practicados. La poza donde se encontraron estos restos
mortales es una balsa de grandes dimensiones, que se halla en una
finca de propiedad privada, por lo que la Guardia Civil tuvo que
solicitar hace dos meses una orden judicial específica para acceder
al interior de esta parcela, que comenzó a ser rastreada hace una
semana con maquinaria especial procedente de Protección Civil.
Jonás Picazo precisó que el rastreo en este depósito de aguas
residuales se efectuó dentro del proceso de búsqueda seguido por la
Guardia Civil y no porque se tuvieran indicios concretos de que los
restos pudieran estar ahí. A primera hora de la tarde, se
encontraba en la zona el padre de Dónovan, Francisco Párraga, así
como amigos de la familia y compañeros del niño, que protagonizaron
escenas muy emotivas y se preguntaban qué había pasado. También
acudieron familiares del niño, como sus tíos, quienes creen que
Dónovan fue asesinado, porque la conducta que tenía el niño no hace
suponer que accediese a la zona del pozo y cayera
accidentalmente.
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