La Audiencia Provincial, tras un ventajoso acuerdo logrado por la
abogada defensora de un sospechoso de tráfico de drogas, ha
impuesto una pena de tres años y medio de cárcel a un joven
británico que fue detenido el pasado verano en Sant Antoni tras
requisársele más de 800 comprimidos de éxtasis en el interior de un
envase de tetabrik. Al acusado, James Pugh, también se le
decomisaron 18 gramos de cocaína.
El acusado fue arrestado en la madrugada del 26 de agosto en un
servicio llevado a cabo por la Policía Local después de que tuviera
lugar una persecución. Según la versión policial, el servicio se
inició poco después de las cinco de la madrugada después de que un
coche patrulla se cruzara con un Ford Focus de color azul que
aceleró inesperadamente. Los agentes sospecharon que dicha maniobra
había tenido lugar al detectar la presencia del vehículo municipal,
por lo que consideraron oportuno seguirlo.
El Ford Focus sospechoso fue interceptado en la calle alicante,
momento que aprovechó su conductor para salir corriendo dejando la
puerta abierta e intentar refugiarse en un establecimiento de
hospedaje ubicado en la zona.
La información facilitada por fuentes policiales señalaba que la
detención de James Pugh tuvo lugar cuando éste subía
precipitadamente unas escaleras y se formalizó tras descubrirse que
en el interior del coche, bajo el asiento del conductor, un cartón
de leche que albergaba una bolsa de plástico con 837 éxtasis. las
pastillas requisadas estaba troqueladas con el anagrama de un perro
Bulldog.
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