La pastelería fue asaltada a mediados del pasado mes de julio por un único ladrón.

Angel Muñoz Jiménez, con antecedentes por siete robos con violencia, ha aceptado cumplir una condena de tres años y siete meses de prisión al reconocerse autor del atraco que se cometió a mediados del pasado mes de julio en una conocida pastelería de la plaza Vicent Calbet de Eivissa, ubicada tras la iglesia de Santa Creu. Se da la circunstancia de que el acusado perpetró el atraco, en el que utilizó unos alicates para amedrentar a una de las empleadas, aprovechando un permiso carcelario.

El asaltante también se comprometió a pagar 700 euros a la propietaria del establecimiento afectado así como a entregar a la empleada que sufrió las amenazas una cantidad de 1.800 euros en reparación a los daños morales causados después de que éste llegara incluso a agarrarle para dar más fuerza a sus intenciones.

Muñoz Jiménez, natural de Barcelona y de 38 años de edad, fue apresado por la policía tras horas después del robo. Según la información que se recogió en su día, tras apoderarse del dinero el ladrón salió tranquilamente del establecimiento, cruzándose con otra empleada que se incorporaba a su jornada laboral y que desconocía por completo lo sucedido. Momentos después, el establecimiento recibió una llamada de teléfono en la que supuestamente el mismo ladrón advertía con amenazas de muerte que no se denunciara el asalto a la policía.

El sospechoso fue localizado y arrestado por el Cuerpo Nacional de Policía después de que se compararan datos con la Policía Local y se constatara que se había tramitado una denuncia por una infracción de tráfico en la que se había visto implicado el sospechoso. La policía, además, se incautó de los alicates y las gafas que llevaba puestas Angel Muñoz Jiménez en el momento de su detención. Más adelante, ya en Comisaría, se logró la identificación fotográfica del sospechoso por parte de las víctimas.