Charlene Downes. | Policía de Lancashire

Han pasado casi 21 años desde que Charlene Downes desapareció sin dejar rastro. Este caso, que continúa envuelto en incógnitas, rumores y teorías controvertidas, se ha mantenido en el foco mediático, en especial por la escalofriante idea de que los restos de Charlene habrían sido triturados e incorporados en un pincho de kebab.

El 1 de noviembre de 2003, Charlene salió de su casa en Blackpool para encontrarse con amigos en el centro de la ciudad. Desde entonces, no se ha sabido más de ella. A pesar de múltiples investigaciones y dos juicios, el paradero de la joven, que hoy tendría 35 años, sigue siendo un misterio.

Karen Downes, madre de Charlene, no ha dejado de luchar por encontrar respuestas. "No pasa un día sin que piense en mi Charlene. Nunca duermo. No puedo seguir con la vida. Todavía estoy atrapada en ese día. Desde que desapareció, he tenido una vela encendida en mi ventana, y todavía arde hoy. Espero y rezo por justicia", declaró al medio The Sun.

A pesar de los rumores, Karen insiste en que nunca ha creído la versión de que su hija fuera desmembrada y sus restos utilizados en un kebab. "Es una afirmación que nos ha perseguido. Ha habido muchos rumores horribles sobre lo que le pasó y, como su madre, es difícil de aceptar", señaló.

Investigaciones

En 2022, Jen Jarvie, una investigadora privada especializada en casos sin resolver, asumió la tarea de revisar el caso, aunque hasta ahora no se han encontrado nuevos indicios. Ante la desconfianza hacia la Policía, los padres de Charlene han apostado por esta vía para continuar la búsqueda de justicia.

Además, figuras como Ronay Crompton, de la campaña 'Justicia para Charlene Downes', y la Dra. Kirsty Bennett, profesora de la Universidad Trinity de Leeds especializada en casos sin resolver, se han sumado a los esfuerzos por esclarecer lo ocurrido.

En un documental de Shots TV, Crompton expresó dudas sobre las teorías más macabras del caso. "Hay una serie de razones por las que no creo que Charlene haya ido en un kebab o haya sido molida. Una de las principales razones es la absoluta falta de pruebas forenses que lo sugieran. Por lo que he escuchado de los expertos, moler un cuerpo a través de una picadora y no dejar ningún ADN en ningún lugar es casi imposible", explicó en Shots TV.

A pesar de ello, otras hipótesis persisten. Un documental de Channel 5 reveló que Ray Munro, un delincuente sexual convicto, estaba alojado en la casa de la familia Downes en el momento de la desaparición. Los informes indican que hubo un altercado entre Charlene y Munro aquel día, pero Munro nunca ha sido arrestado en relación con el caso.

Asesinada y desmembrada

Por otro lado, los detectives que investigaron inicialmente sostienen que Charlene fue asesinada y desmembrada tras amenazar con denunciar a sus presuntos agresores. Según las transcripciones del juicio de 2007, Iyad Albattikhi, dueño de un local de comida rápida, habría confesado en conversaciones grabadas que habían matado a Charlene y que su carne fue utilizada en kebabs.

Sin embargo, los acusados, incluido el socio de Albattikhi, Mohammed Reveshi, negaron las acusaciones y, tras la falta de un veredicto unánime, fueron exonerados.

Mientras el caso sigue sin resolverse, la familia de Charlene continúa buscando respuestas y justicia para su hija, manteniendo viva la esperanza de encontrar un cierre que les permita seguir adelante tras dos décadas de dolor e incertidumbre.