El personal del 061 logró recuperar la paciente en una ambulancia,aparcado junto al Peugeot arrollado. Foto: K. TABERNER.

Los médico de la Policlínica del Rosario intentaban al cierre de esta edición salvar la vida de Fátima, una joven marroquí vecina de Ca na Negreta de unos veinte años de edad y muy querida en este barrio que resultó herida de extrema gravedad ayer tarde cuando se incorporaba con un coche a la carretera general que atraviesa este barrio de Santa Eulària. Fue arrollada por un automóvil, al parecer con un conductor novel y posiblemente a velocidad inadecuada, en el que iban dos chicos españoles y que sólo sufrieron heridas leves. Se da la circunstancia de que los padres de esta chica se habían despedido pocas horas antes de ella al salir de viaje de vacaciones des de Eivissa a su país natal.

El personal de emergencias del 061 y de Ambulancias Insulares logró en primera instancia lo más difícil después de conseguir con denodado esfuerzo que la víctima, también con graves lesiones en la cabeza y rescatada de entre los hierros por los bomberos, superara un paro cardiaco. Tras ello, se pudo estabilizarla y proceder con garantías a su evacuación en ambulancia.

Fátima salía para su trabajo en el coche de su hermano, un Peugeot 205 IB-1980-BN, cuando el Renault Clio en el que iban los otros dos jóvenes heridos en el siniestro y que circulaban un Renault Clio nuevo (7171BWL) en dirección hacia Santa Eulària la embistieron. Un tercer coche, un Volkswagen (PM-5656-BK) resultó alcanzado por este coche, así como un cuarto estacionado, después de que éste impactara contra el turismo de Fátima llevándolo a la cuneta al otro lado de la carretera. «Fue como una explosión. Estábamos en casa y oímos una gran detonación», explicó un vecino que salió de su vivienda nada más intuir que se había producido un gran accidente.

Los otros dos implicados fueron evacuados en ambulancia, en principio sin heridas de consideración, gracias a que llevaban el cinturón de seguridad y a que saltaron los airbag.