Un dinero ganado en el juego, que es imposible rastrear en su
origen, introducido en España sin ningún tipo de declaración y que
finaliza en una sucursal del Banco de Crédito Balear en julio de
1996 para desaparecer a continuación. La cantidad de dinero
referida son 140 millones de pesetas y esta es la tesis que avala
el ciudadano argentino J.A.A., quien ha sido acusado por la entidad
financiera de un delito de estafa procesal en grado de tentativa.
La querella parte de la versión mantenida desde el banco, en la que
se asegura que J.A.A. realizó un ingreso de apenas 140.000 pesetas
y la diferencia monetaria en el ingreso se debe tan sólo a un error
al procesar el trámite en la caja de la sucursal. La correlación de
hechos se establece del siguiente modo: según los responsables de
la sucursal, J.A.A. ingresó en la misma, en la mañana del 31 de
julio de 1996, 140.000 pesetas, convertidas en 140 millones por un
error del cajero, que consignó dicha cantidad en una cuenta de
ahorros.
Advirtiendo el error al realizar el cierre, dicho cajero intentó
dar con el paradero del ciudadano argentino sin lograrlo, por lo
que se rectificó el ingreso y se bloqueó la cuenta con la esperanza
de que J.A.A. se personara en la sucursal. Lo que no ocurrió. Pero
la versión del encausado difiere sustancialmente. Según éste, en la
fecha señalada se personó en la sucursal del banco en Santa Eulària
con dos bolsas de El Corte Inglés que contenían los 140 millones en
billetes de 10.000 pesetas y agrupados en 140 fajos de un millón de
pesetas cada uno. Tras realizar los trámites para la apertura de la
cuenta de ahorros en el despacho del director, salió del banco con
el ingreso. Casi un mes después, al intentar sacar dinero desde la
central del Banco de Crédito Balear en Eivissa se le comunicó que
estaba bloqueada, intentó hablar con el director de la sucursal, no
lo logró y se puso en contacto con un abogado.
Además, J.A.A. asegura que los 140 millones los logró con el
juego y que no dispone de ningún justificante que pruebe la
existencia del dinero. El dinero fue introducido en España en un
primer viaje en abril de 1996 (cuarenta millones) y en un segundo
viaje en junio (100 millones) El acusado relató también que su
intención era la de instalarse en España tras separarse de su mujer
y comprar un hostal o un restaurante con dicho dinero. La Fiscalía
solicitó una pena de once meses y 29 días de prisión por un delito
de estafa procesal, petición a la que sumó la acusación particular.
Por su parte, la defensa pidió la absolución y recordó la
existencia de una demanda civil contra el banco por parte de su
defendido, la cual ha quedado parada hasta que finalice el trámite
ante la Audiencia. La defensa insinuó que el banco ha interpuesto
la demanda exclusivamente con ese fin.
Finalmente, la Sección Primera de la Audiencia Provincial dio
visto bueno a diversos acuerdos entre la acusación y la defensa.
Fueron los casos de los juicios señalados contra Matar Gueye, quien
aceptó una pena de tres años de prisión por un delito contra la
salud pública tras una primera petición de la Fiscalía de seis años
de cárcel. La misma pena fue aceptada (con el compromiso añadido
del encausado a someterse a tratamiento contra la adicción a las
drogas) por un delito similar por otro acusado, para quien se
solicitaban cuatro años y ocho meses de prisión.
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