El éxtasis es, sin ningún tipo de duda, una de las drogas más
populares consumidas en Eivissa. Raro es el día durante la
temporada estival en la que las fuerzas de seguridad no se incautan
de algunos de estos comprimidos que contienen MDMA. Precisamente,
en 2002 se cumplen quince años desde que se tuviera noticia por
primera vez del comercio de esta droga en España. Félix Calderón,
quien en 1986 dirigía el gabinete de prensa de la Brigada Central
de Estupefacientes, aseguraba que hasta entonces no se había
producido ninguna aprehensión de esta droga en nuestro país.
Poco menos de un año después, en 1987, los primeros traficantes
sorprendidos con esta sustancia estupefaciente eran detenidos en
Eivissa con 120 pastillas de éxtasis. La falta de jurisprudencia
ante esta droga obligó a la Audiencia Provincial de Palma a
consultar la jurisprudencia dictaminada por el Tribunal Supremo
sobre el tráfico de anfetaminas. Mucho ha cambiado la situación,
cuando actualmente es habitual hablar de grandes alijos de éxtasis
recuperados por la policía en la isla. Sólo habría que viajar hasta
el pasado mes de agosto para comprobar que más de 10.000 pastillas
fueron aprehendidas en una sola operaciónl. O a julio de 2000,
cuando 28.000 comprimidos fueron descubiertos ocultos en unos
marcos.
Poco podían sospechar a principios del siglo pasado los
científicos de los laboratorios alemanes Merk que una droga
sintetizada en ellos para tratar la obesidad, la
metilenediosimentanfetamina (o MDMA), iba a convertirse casi cien
años después en una de las sustancias estupefacientes más populares
entre la juventud de medio mundo. Los efectos secundarios y la
falta de resultados en el tratamiento forzaron que el MDMA se
retirara sin llegar a ser comercializado.
Unos sesenta años después, Alexander Shulgin, licenciado en
bioquímica por la universidad de Berkeley, recuperó la formulación
del MDMA, droga que fue utilizada en psiquiatría en EE UU en según
qué tratamientos. La gran difusión de esta sustancia estupefaciente
desde mediados de la década de los ochenta coincidió, precisamente,
con su prohibición en el I Convenio de Viena sobre sustancias
psicotrópicas y por el Congreso de los EEUU. Fue en este país donde
se popularizó el nombre de éxtasis que, según los datos de los que
se disponen, se introdujo en España en los ochenta a través de
Eivissa, siguiendo su viaje hacia Valencia, Alicante y Barcelona,
extendiéndose rápidamente por todo el país. Las pastillas
conteniendo MDMA se asociaron a la cultura de club y a las grandes
fiestas de las macrodiscotecas.
Pero la evolución del éxtasis no se ha frenado con su
redescubrimiento y popularización. Otras sustancias que pueden
considerarse como afines y que son comercializadas ilegalmente van
ganando adeptos. Son los casos del STP (dimetoximetilanfetamina),
con efectos muy superiores a los de la mescalina, y del PMA
(parametoxianfetamina), una droga que ya ha causado varias muertes
en EE UU, Alemania y Australia, además de localizarse en Francia y
Austria. El PMA, conocido en la década de los setenta como pollo
amarillo o polvo de pollo y en 1973 fue incluida en la Lista de
Naciones Unidas de sustancias prohibidas. Sus efectos, desmesurados
aumentos de la temperatura corporal y convulsiones.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.