Según denunció ayer Ramón M.V., responsable del supermercado
situado en Sant Francesc, el asalto ocurrió sobre las 13'15 horas
en la oficina que el establecimiento tiene en su parte trasera. El
botín obtenido ascendería a una cantidad situada entre 9.015 y
10.818 euros (de 1.500.000 a 1.800.000 pesetas). Según la
declaración de Ramón M.V. ante la Policía Judicial y la Guardia
Civil de Formentera la persona autora del robo penetró en el
establecimiento a través de la puerta de carga y descarga para los
camiones situada en la parte trasera del supermercado, muy cerca de
la oficina en la que se encontraba él.
Fuentes cercanas a la investigación consultadas por este
periódico señalaron ayer que el encargado del SYP indicó que tan
sólo hubo un atracador, el cual le amenazó con un objeto punzante,
probablemente un destornillador, aunque se declaró incapaz de
describirle físicamente. Las mismas fuentes afirmaron que la
declaración de Ramón M.V. había sido «muy vaga». El encargado del
SYP, que presentaba un estado de gran nerviosismo, tuvo que ser
trasladado al Centro de Salud de Formentera, donde fue atendido y,
según pudo saber este periódico, en el que se le encontró un
pequeño chichón en la cabeza y una herida en la pierna.
Se da la circunstancia de que hace casi un año, concretamente el
22 de enero de 2001, Ramón M.V. ya denunció haber sido atracado. En
aquella ocasión el botín fue de unos 24.040 euros (cuatro millones
de pesetas) y, según la denuncia que presentó ante la Guardia
Civil, los autores del asalto fueron dos desconocidos: un hombre
alto y de complexión delgada que le abordó a las 08'30 horas de un
lunes cuando se disponía a ingresar en el banco la recaudación del
supermercado del fin de semana y que le encañonó con una pistola, y
una segunda persona al volante de un automóvil.
De denunciante a sospechoso en cinco días
Hace un año, Ramón M.V. vio como pasaba de denunciante a sospechoso
en tan sólo cinco días en relación con el robo de la recaudación
del SYP cuando se disponía a ingresarla en el banco. De hecho,
Ramón M.V. llegó a ser puesto a disposición judicial por parte de
la Guardia Civil, cuyo capitán, José López Trujillo, apuntó a que
se trataba de una «simulación de delito perpetrado por el propio
Ramón M.V.». Tras su declaración ante el juez, el encargado del SYP
de Sant Francesc fue puesto en libertad, mientras las pesquisas
continuaban. En palabras de López Trujillo, su comparecencia ante
el juez se debió, entre otros aspectos, a «los escasos datos
aportados sobre el suceso», una situación que parece repetirse
ahora. El día 2 de febrero del pasado año, el juez del Juzgado
número 2 de Eivissa decretó el sobreseimiento provisional y el
archivo de las actuaciones sobre este caso.
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