La dinámica del sábado se repitió ayer en Eivissa y Formentera,
donde el viento causó estragos derribando árboles, vallas
publicitarias, ventanas y todo lo que encontró a su paso, aunque
afortunadamente, al igual que el día anterior, no hubo que lamentar
daños personales. El destacamento del Parque Insular de Bomberos
trabajó intensamente durante veinticuatro horas, en las que realizó
más de cien servicios en ambas islas.
Fuentes del Parque Insular señalaron que los principales
problemas fueron los árboles que se han venido desplomando sobre
carreteras y viviendas y los cables de alta tensión dañados por el
vendaval. En el primero de los casos cabe destacar los más de
cuarenta pinos caidos en la pujada de la Mola durante la noche y la
mañana de ayer, que pudieron ser retirados al colaborar Guardia
Civil, Policía Local, bomberos, personal del MOPU e incluso un
particular con una pala excavadora.
En Dalt Vila, un eucalipto se desplomó sobre un bloque de
viviendas en sa Carroça, causando sólo algunos daños materiales y
en Platja d'en Bossa dos árboles cayeron sobre varios vehículos
estacionados, situaciones que se repitieron en las dos islas.
Las mismas fuentes indicaron que el mayor número de árboles
derribados se situaron en el norte de la isla. «Ha habido un poco
de todo -señaló ayer un bombero a este periódico a última hora de
la tarde, cuando la situación parecía haberse tranquilizado-. Nos
hemos encontrado incluso con telas asfálticas de tejados arrancadas
y volando por ahí».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.