EFE-JERUSALÉN Las autoridades de Protección Civil israelís han suspendido las labores de rescate entre los escombros del salón de fiestas «Versalles», tras confirmarse que no hay más desaparecidos y que el riesgo para los equipos de emergencia es demasiado elevado. «Nuestra función ha concluido después de que la Policía informara de que no hay más desaparecidos entre las familias que participaban en la fiesta o entre los trabajadores del salón», dijo en rueda de prensa el general Gaby Ofir, jefe de los equipos de rescate. Según el militar, además de los escombros se ha «sondeado» el subsuelo y el aparcamiento, y en ninguno de ellos hay señales de vida.

En total, 24 cadáveres fueron rescatados de los escombros desde que ocurrió la tragedia el pasado jueves por la noche, así como más de 300 heridos, 16 de ellos graves. Ofir dijo que es imposible saber si en los bajos del edificio había algún indigente, pero que su decisión se basa en la investigación de la Policía, que ha verificado que no hay más desaparecidos entre el personal del salón o entre los invitados.

El militar tomó la decisión de suspender los trabajos ante el gran riesgo que supone permanecer bajo una estructura que puede derrumbarse en cualquier momento y causar más víctimas innecesarias. El accidente tuvo lugar mientras se celebraba una boda en el tercer piso del salón de fiestas «Versalles». Cuando una gran parte de los cientos de invitados que asistían al enlace bailaban sobre la pista, ésta se hundió, arrastrándolos entre las ruinas.