Varias personas tuvieron que ser asistidas a la llegada del rápido cuyo capitán fue acusado de ir bebido.

La presunta actuación irregular de dos capitanes que han estado empleados en líneas que comunican las Pitiüses está siendo durante estos días revisada, en procesos diferentes, por dos organismos distintos. La Audiencia Provincial no ha decidido aún sobre los recursos presentados en vista oral a mediados del mes pasado por el caso del choque de los dos rápidos ocurrido frente a Platja den Bossa en 1991. A la vez, la Capitanía Marítima de Eivissa ultima ahora la señalización del día en que deben declarar los pasajeros que acusaron de ir bebido en la pasada festividad de la Virgen del Carmen a un capitán de uno de los rápidos de Formentera.

Esta última causa fue sobreseída en la vía penal después de que el juzgado que instruía diligencias determinara que con la actual normativa no se podía imputar delito porque no hubo heridos, dejando, así, abierta la fase administrativa, que paralelamente ya llevaba a cabo la Capitanía Marítima de Eivissa.

La información recogida por este periódico indica que los pasajeros afectados por un viaje que se desarrolló con mal tiempo y con averías en la embarcación declararán a finales de este mes dentro del expediente abierto por el organismo marítimo para esclarecer las posibles responsabilidades del capitán, un marino que ya no se encuentra alistado en ninguno de los barcos que operan en las Pitiüses.

Tampoco está en nómina de ninguna naviera de las Islas el capitán que fue condenado a una multa de 15.000 pesetas por una imprudencia leve con resultado de lesiones al colisionar en 1991 su barco y otro rápido en un accidente que se saldó con 40 heridos.