El cuerpo sin vida del pescador Tomeu O.S., de 54 años, fue
rescatado ayer sin vida por efectivos de los bomberos del Consell
Insular de Mallorca, después de que durante la mañana se cayera
desde unos acantilados de Cabo Blanco, según informaron fuentes del
Centro de Emergencias 112.
A primera hora de la tarde, el cadáver todavía estaba en el
fondo del acantilado, a la espera de que un médico certifique el
fallecimiento y el juez de guardia ordene el levantamiento del
cuerpo. Las mismas fuentes explicaron que el suceso ocurrió sobre
las nueve y media de la mañana, en la zona de Cabo Blanco, cerca
del faro que se encuentra en las proximidades, cuando el pescador
se precipitó al vacío desde una altura de unos veinte metros por
causas aún no determinadas.
No obstante, las fuentes no supieron precisar si el hombre se
encontraba pescando en la zona o si resbaló accidentalmente cuando
se dirigía hacia algún otro lugar más cercano al mar. En su rescate
han participado efectivos de los cuerpos de bomberos de Llucmajor y
Manacor, así como miembros de Protección Civil y otros organismos
que se unieron al operativo. Durante los primeros momentos se
guardó la confianza de que el hombre que se precipiutó pudiera
hallarse con vida pero luego se descubrió la realidad.
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