La Audiencia Provincial ha resuelto con una dura pena, que en su
conjunto suma los 30 años de cárcel, la condena para las cuatro
personas de nacionalidad china acusados de detener ilegalmente,
extorsionar y robar a una prostituta de su mismo país en unos
hechos que tuvieron lugar a finales del año pasado en Sant Antoni
después de que ésta supuestamente huyera de Menorca.
La sentencia, sin embargo, no recoge expresamente que los cuatro
imputados formaran parte de una red o de un grupo mafioso
organizado, tal y como parecía desprenderse de los testimonios
presentados por la víctima, una mujer que dio versiones
contradictorias de lo sucedido y que, tras ocurrir todo, siguió
trabajando en el club «Blanco y Negro» de Sant Antoni.
El tribunal analiza esta cuestión en concreto en la sentencia y
zanja que su «relato es el único que de un modo comprensible y
sensato permite entender y dotar de sentido al curso normal de los
hechos». El texto, por esta razón, recoge poco antes que el
«comportamiento coherente y decidido de la víctima corrobora y
concede total y absoluta verosimilitud de los hechos». Por contra,
considera que el testimonio de los cuatro acusados no es
«convincente ni satisface las máximas de la experiencia comunes que
ha de inspirar las razones lógicas». Las defensas, sobre este
aspecto, hicieron constar en la causa que el relato de los
sospechosos era el único que se había mantenido firme y unívoco
desde el principio. Los principales encausados tendrán que cumplir
cada uno de ellos una pena de ocho años de prisión y cuatro de
ellos sólo lo son por el «secuestro».
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