La víctima era propietaria del «Garaje Estarellas» ubicado en la
calle Ruiz de Alda número 9 y además vivía en el primer piso de ese
edificio. Su nieta, María Antonia Covas Estarellas, había montado
un bufete de abogados en el inmueble de al lado y ayer por la
mañana la joven se extrañó de que su abuelo no hubiera abierto el
negocio de coches. Al abrir la puerta de su casa lo encontró todo
desordenado y manchado de sangre. En estado de gran nerviosismo
bajó a la calle para pedir ayuda y cuando la policía accedió al
inmueble del empresario halló el cadáver con la cabeza destrozada a
golpes, maniatado con un cinturón y con una mordaza en la cabeza
-en concreto una chaqueta desgarrada-.
El Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía, que
realizó una minuciosa inspección ocular en la vivienda, cree que el
anciano, viudo y que vivía solo, fue asaltado entre las doce y las
dos de la madrugada. Conocía a sus agresores, ya que les franqueó
la puerta. Cuando abrió la del piso recibió un golpe tremendo que
le hizo saltar la dentadura postiza. Luego parece ser que los
agresores le sentaron en una silla, lo ataron y lo torturaron. La
víctima fue arrastrada a cada habitación -ya que la policía halló
sangre en casi todas las dependencias- presumiblemente para que
desvelara dónde escondía el dinero. Cuando fue hallado su cadáver
presentaba la frente y el cráneo destrozado y una herida en la
espalda que podría ser de arma blanca. Los ladrones desvalijaron la
vivienda, pero todavía no se ha cuantificado el botín que
obtuvieron.
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