Imagen del juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial. Foto: PEP TUR.

La Sección nº1 de la Audiencia Provincial finalizó ayer los juicios previstos para esta semana en Eivissa. La jornada sólo tenía prevista una vista, la celebrada contra Wladimiro S.S. y Roberto Carlos G.C. por un delito de homicidio imprudente en la persona de Francisco David Tejado Pulido, un joven soldado que perdió la vida en el polvorín de Santa Gertrudis la noche del 6 de marzo de 1997.

La víctima falleció como consecuencia de la explosión de una garrafa de gasolina en las dependencias del cuerpo de guardia del destacamento. La deflagración se produjo cuando Wladimiro S.S., tal y como reconoció durante el juicio, intentó avivar el fuego de una estufa arrojando la gasolina que portaba en el tapón de la garrafa, sin apercibirse de que se había producido un reguero de combustible que, al prender, provocó la explosión. En aquel momento, Francisco David Tejado estaba durmiendo, por lo que no pudo reaccionar a tiempo y falleció. En su declaración, Roberto Carlos G.C. recordó como la explosió le arrojó al suelo y arrancó una puerta, además de llenarlo todo de un denso humo negro.

La acusación particular, la Abogacía del Estado y el Ministerio Fiscal coincidieron al señalar la imprudencia grave en la que concurrió Wladimiro S.S., extremo ratificado en el informe que elaboró la Guardia Civil en el informe que elaboró tras el trágico suceso.

La gasolina se encontraba bajo llave en un almacén del polvorín. Wladimiro, tal y como declaró ayer, cogió las llaves y trasladó la garrafa hasta el Cuerpo de Guardia. En aquel momento, las llaves eran responsabilidad del cabo de guardia, Roberto Carlos G.C., inculpado en el delito por este motivo, al entender la fiscal que «no cumplió con su trabajo».