La explosión ocurrió en una de las viviendas del primer piso del edificio Brisol. Foto: KIKE TABERNER.

R. S./EFE La ciudadana británica Laura C., de 39 años de edad, resultó ayer herida de gravedad, con quemaduras de segundo grado en el 90 por ciento de su cuerpo, tras verse sorprendida por una explosión de gas en su residencia, un piso del Edificio Brisol de la ciudad de Eivissa. La accidentada se encuentra, al cierre de esta edición, ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos de Can Misses en estado crítico. La gravedad de sus heridas desaconsejaron su traslado al la Unidad de Quemados del Hospital La Fe de Valencia.

Los hechos acaecieron a las dos de la madrugada, cuando, al parecer, la herida encendió un cigarro tras entrar en su apartamento, que en este momento estaba vacío, a pesar de que lo comparte con otras dos personas. Otras fuentes apuntan a que el detonante de la deflagración pudo ser la chispa que provoca el encendido de cualquier bombilla. Según informaron los bomberos, el suelo del apartamento se encontraba lleno por una balsa de gas que se había acumulado poco a poco. El suministro de este fluido es comunitario en todo el edificio, y se transporta desde un gran depósito "situado en los bajos" a todas las viviendas a través de varios conductos. Las primeras investigaciones apuntan a que alguna de estas cañerías se podía encontrar en mal estado y permitir la fuga que acabó con la explosión.

A causa de la onda expansiva, Laura C. salió despedida, mientras que el apartamento sufrió importantes daños materiales. Así, las puertas y ventanas quedaron destrozadas, al igual que el lavadero y la cocina. El falso techo del pasillo también cedió, según informaron los bomberos. Algunos enseres de la casa, así como varios cristales, cayeron por la ventana, dañando varios vehículos estacionados cerca del lugar.