El mallorquín José Leiva Toledo, de 35 años y, al parecer, primer
oficial en uno de los rápidos que unen Eivissa y Formentera, perdió
la vida a primera hora de ayer en la carretera de Sant Antoni
después de que su motocicleta derrapara sobre la calzada. Tráfico
baraja como causas más probables del accidente la fuerte humedad
que impregnaba el asfalto, así como la posible velocidad
inadecuada, según informó la Comandancia.
El accidente tuvo lugar en el mismo tramo donde 24 horas antes
reventó un gorrino al ser arrollado. Todo indica sin embargo que
esto es sólo un hecho circunstancial. Los bomberos y el personal de
Carreteras estuvieron entonces durante cuatro horas trabajando en
la parte afectada por la grasa, dada por eliminada por completo
tras la limpieza del asfalto y una exhaustiva enarenación del
terreno.
Todas las fuentes consultadas, de igual manera, coinciden en
apuntar que sobre las siete de la mañana -hora del siniestro- la
carretera estaba muy mojada y que existía bastante niebla. La
víctima, vecina de Cala Bou según las informaciones recogidas por
este periódico, cayó al suelo cuando su moto, una Yamaha XJ-600 con
matrícula IB-4333-BT, abordaba el tramo recto y ascendente, en el
punto kilométrico 9'267; en dirección a Eivissa. La moto terminó
colisionando contra la valla protectora del margen derecho y quedó
tumbada a pocos metros de donde falleció José Leiva.
El golpe, pese a que el motorista llevaba el casco protector,
fue fatal. La muerte, según todos los indicios, le sobrevino en el
acto. El siniestro ocasionó en los minutos posteriores retenciones
hasta que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico pudieron
señalizar el accidente y tomar las primera medidas para regular la
circulación. Los bomberos, a su vez, fueron requeridos para
colaborar en las tareas de limpieza, labor que tuvo su continuidad
hasta poco antes de las nueve de la mañana.
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