Es el cuento de nunca acabar. Cada vez que en Eivissa llueve con una relativa intensidad el edificio de los juzgados sufre las consecuencias. La noche de ayer volvió a vivirse un capítulo más de la lucha entre los archivos judiciales y las fuerzas de la naturaleza. Litros y litros de agua inundaron una vez más los archivos, incluidos los nuevos, ubicados más al interior de la puerta de los bajos del edificio. Precisamente allí, comentó el guardia de seguridad de los juzgados, fue el lugar en el que más agua se acumuló.

De todos modos, los daños cada vez son menores, ya que las carpetas, por precaución, son situadas en alto, mientras, dos operarios achicaban agua durante toda la mañana. La zona que tampoco se ha librado del agua en esta ocasión ha sido la que alberga las dependencias de los forenses. Un área que debe permanecer lo más esterilizada posible, según el guardia de seguridad, y que presentaba durante la mañana de ayer un lamentable aspecto debido al agua y al barro.