JAVIER JIMENEZ La última década en Balears ha significado un «boom» en lo que a la venta de vehículos y matriculaciones se refiere, pero el lado más negativo guarda relación con este aumento vertiginoso del parque móvil: un total de 1.368 personas han perdido la vida en accidentes de carretera, según la estimación efectuada por la Jefatura Provincial de Tráfico.

Lo peor es que la cifra, lejos de estabilizarse, ha aumentado en este último año. En el caso de las Pitiüses, Tráfico ha registrado 26 personas fallecidas dentro de las 24 horas que se contabilizan tras ocurrir el accidente. La cifra real, sin embargo, se situó en la treintena. En los última década, el número total supera los 200 muertos, según los datos oficiales que obran en poder de Tráfico.

La sangría en la deficiente red viaria de Balears dejó 166 víctimas mortales durante 1990. Curiosamente ese año la estadística había descendido con relación al anterior. En 1898, hubo 177 fallecidos.

A partir de 1991 se abrió un periodo de relativa esperanza, aunque las autoridades advirtieron que tratándose de fallecidos cualquier euforia era injustificada. Durante esos doce meses se contabilizaron 157 defunciones entre usuarios de vehículos y peatones que fueron arrollados, «Menos malos» fueron 1992 y 1993 que cerraron sus respectivos años con 131 y 130 muertos. Todo indicaba entonces que se marchaba por el buen camino en materia de prevención y que los resultados mejorarían en los siguientes años.

La situación, sin embargo, cambió radicalmente tras 1995 después de que se concluyera el balance anual con 124 casos, trece más ya que el año anterior. Este periodo marcó un punto de inflexión que se mantuvo hasta 1996 (148 muertos). En el año siguiente y en 1998, los datos invitaron de nuevo a la esperanza. Todos ello sin dejar de olvidar que durante este intervalo 124 y 122 personas dejaron de existir tras ser víctimas de siniestros circulatorios.

La década concluyó como menos se esperaba. Con cifras alarmantes que confirmaron que la supuesta recuperación sólo era una ilusión. En 1999, las carreteras de Balears se llevaron por delante a 155 infortunados, 26 oficialmente en Eivissa y Formentera. En las Pitiüses los peores años, aparte de este ultimo, fueron 1990 -31 muertos- y 1995 -28 víctimas-. de los 1.368 fallecidos en las Islas, la tercera parte eran menores de 25 años.