Uno de los puntos de vigilancia durante el desarrollo de la «Operación Esperanza».

Los clanes de la droga de sa Penya no volverán de momento a sufrir un cerco policial como el que soportaron en los seis primeros meses del año. Que este plan vuelva a ponerse en marcha después de que el dispositivo fuera abortado con la llegada de la temporada turística depende en su mayoría de que la Dirección Insular y el Ayuntamiento de Eivissa lleguen a un nuevo acuerdo de actuaciones, según explicó el máximo representante de la delegación del Gobierno en las Pitiüses, Luis Carlos Fernández Tejerina.

La denominada «Operación Esperanza» se disolvió con la intención de que tras el verano se abordara una segunda fase que permitiera explotar las informaciones obtenidas desde que la policía inició una vigilancia permanente a la zona. El propio director insular señaló en este sentido meses atrás que estaba proyectado continuar con el cerco, aunque en un principio éste iba a ser planificado para efectuar una «presión interna» en el barrio.

La continuación de este plan precisamente iba a coincidir con la puesta en marcha de la «Policía 2000», el proyecto que estos días se pone en marcha y que trata de dar mayores respuestas a la seguridad ciudadana mediante una presencia mayor de agentes en la calle.

Para ello, Eivissa ha sido dividida en dos grandes sectores, en uno de los cuales se incluye sa Penya. Fuentes de la Jefatura de Balears comentaron en su día a este periódico,cuando la «Operación Esperanza» aún continuaba, que el proyecto «Policía 2000» era perfectamente compatible con el cerco a las familias que controlan la heroína en Eivissa. Estas mismas fuentes explicaron que bastaba con que las unidades asignadas a esta zona, dentro del nuevo organigrama de trabajo, se adaptaran al sistema que ya estaba diseñado.