La italiana Rosanna Casano ha sido elegida para una de las habitaciones. | MARCELO SASTRE

Sa Ferradura es una pequeña península de la isla de Ibiza que cierra la bahía del Port de Sant Miquel, con una pequeña formación rocosa en forma de herradura de la que toma su nombre. Sobre ella hay construída una impresionante mansión que, según se rumorea, es propiedad del magnate ruso Mikhail Prokhorov, dueño del club de la NBA Brooklyn Nets. Y en ella, escondida entre sus espectaculares salones, habitaciones, baños y jardines, hay una increíble colección privada de obras de arte contemporáneo con pinturas y fotografías de destacados creadores relacionados con Ibiza.

El encargado de hacer la selección ha sido el ibicenco Marcos Tur Witt, permacultor y diseñador de interiores. Tras una primera selección de unas 250 que estaban disponibles en marchantes de Ibiza, Valencia, Barcelona o Londres, se hizo una criba de unas 70 que, «tras colocarse in situ en el lugar, distribuirlas y colocarlas en función de la atmósfera, el color o el entorno en compañía del propietario, finalmente, se quedaron en 35». Todas ellas tienen en común ser de 16 artistas que tienen relación con Ibiza y representan «un recorrido por el arte de Ibiza durante los últimos 60 años».

Así los artistas escogidos son Pedro Asensio, Erwin Bechtold, Linde Bialas, Bonet Valribera, Rossana Casano, Isabel Echarri, Valeria Gaia, Gilbert Herreyns, Sandra de Keller, Don Kunkel, Conrad Marca-Relli, Eduard Micus, Rainer Pfnür, Rafael Tur Costa, Sara Tur y Antonio Villanueva. Expresionismo abstracto, abstracción geométrica, informalismo, constructivismo o arte conceptual son sólo algunas de las corrientes artísticas que se pueden ver en esta mansión. Según Tur Witt, «todos ellos forman parte de la historia del arte en los años 60, 70 y 80, desde la eclosión de las vanguardias hasta finales del siglo pasado, y tienen en común haber nacido, crecido o haber creado sus obras tanto en Ibiza como en Formentera».

«No fue un presupuesto muy alocado»

La inversión económica dedicada a estas obras de arte no quiso ser desvelado ni por Tur Witt ni por Jaime Romano, el arquitecto encargado de la reforma de la vivienda. Lo que si destacaron es que no tuvieron «un presupuesto muy alocado» y que en un primer momento se seleccionaron esculturas para el exterior y el jardín, aunque esto finalmente fue descartado por la propiedad «por criterios personales y de mantenimiento».

Además, ambos resaltaron que todas las pinturas, litografías y fotografías son de pequeño tamaño, salvo Futuros perdidos (azul), una obra de Pedro Asensio en colores azules, negros, grises y blancos de 1.98 por 1,98 metros que se puede ver en el comedor principal. «No estamos hablando de un museo ni de una galería de arte, sino de una vivienda particular y la elección y colocación de las obras viene dado por el lugar en el que se iban a colocar, los baños, las habitaciones o los salones, y por la luz y la atmósfera de cada espacio», resaltó Jaime Romano.

23 meses de reforma de la vivienda

Ayer por la tarde, la empresa Romano Arquitectos también presentó la reforma de esta vivienda ubicada en esta península de Sa Ferradura. Se terminó hace tres años, en julio de 2015, y se prolongaron durante 23 meses, cinco más de los 18 previstos en el plan de ejecución presentado. Los trabajos se llevaron a cabo sobre una vivienda construída en 1970 y posteriormente reformada durante los años 90.

En este sentido, Jaime Romano destacó que «de la primera construcción se recuperó la idea del impluvium, una especie de estanque rectangular con fondo plano y diseñado para recoger agua de lluvia que se encontraba en el vestíbulo de las antiguas casas de griegos, etruscos y romanos», y que se demolieron «todos los elementos añadidos de forma abusiva».

Así mismo, según el arquitecto, «se ha intentado recuperar y reducir el impacto medioambiental en esta casa situada en un entorno extremadamente protegido». Para ello, se invirtió todo lo necesario «en instalar los últimos adelantos tecnologóficos y conceptuales para reducir su huella ecológica» y se ha apostado «por la eficiencia energética, la reducción del consumo del agua a través de un circuito interno que permite reutilizar todo el agua que se emplea en la mansión paa regar el jardín, o reducir el impacto lumínico». Incluso, los jardines muestran el contorno y el perfil de la península de Sa Ferradura y tienen vegetación autóctona del área de Es Amunts.

Por último, Romano destacó la apuesta por las empresas locales a la hora de contratar servicios. Según su palabras se dió mayor puntuación a la hora de la selección si se pertenecía al Port de Sant Miquel que si se era de otras partes de la isla o incluso de la Península. El resultado ha sido que las principales empresas contratadas para temas de fontanería o electricidad son del lugar.