La familia de Viñals recurrirá una sentencia que valoran como «vergonzosa y un desprecio por la vida». | DANIEL ESPINOSA

«El dinero no lo quiero. No me va a devolver a mi hijo. La sentencia me parece una auténtica vergüenza y un desprecio por la vida de un ser humano. Suelo ser una persona bastante fría, pero hay cosas que no puedo entender». Así de contrariado se expresa Ramón Viñals, padre de Daniel, tras conocer la sentencia que impone una pena de 3 años, cuatro meses y 15 días de prisión para el joven conductor que acabó con la vida de su hijo.

Viñals, en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, indica no entender la condena. «Hoy ha sido un día muy duro. Mi hijo, el hermano de Daniel, está destrozado y ya no sabe qué hacer. Sale muy barato acabar con la vida de alguien y creo que este tipo de sentencias envían un mensaje de impunidad. La sentencia refleja que el conductor se percató del golpe pero aún así abandonó el lugar dejando malherido a mi hijo y a Cristian», subrayó el padre del ciclista muerto.

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Ramón Viñals subraya que la sentencia le parece una «broma de mal gusto. Es algo surrealista», e hizo hincapié en que recurrirán la sentencia. Relató que desde aquella mañana del 29 de abril de 2017 han ido recibiendo mazazos. Así, tras la muerte de Daniel, la juez de guardia de Ibiza decretó un auto de libertad provisional para el joven que dio positivo en alcohol y drogas y huyó del escenario del atropello que acabó con la vida de su hijo. Un mes después, la Audiencia Provincial admitió el recurso presentado por el Ministerio Fiscal y la familia Viñals y ordenó el ingreso inmediato en prisión del joven M.M.B.

Ahora, Viñals recuerda que en aquella ocasión, el tribunal de la Audiencia Provincial apuntó hasta una pena de nueves años de prisión para el conductor acusado hasta por seis delitos.