El impacto que tiene el nuevo sector turístico en la isla tiene diferentes vertientes y no todas son positivas. Así lo advertía ayer Jordi Salewski, geógrafo de la UIB, en una de las ponencias celebradas con motivo del III Congreso de Viviendas Turísticas Vacacionales de Ibiza.
En este sentido, Salewski hizo un llamamiento a las administraciones, a las que pidió sentido común a la hora de hacer leyes que «no tienen en cuenta todos los impactos». Se refería así a la cantidad de gente que vive en la isla, el consumo de agua que se genera, la producción de energía -que no es renovable- o el impacto sobre la movilidad. Impactos que, bajo su punto de vista, no se reflejan en estudios «reales y concretos, porque ni siquiera se sabe cuántas viviendas se alquilan de forma legal o cuántas de forma ilegal».
El principal problema que ve el geógrafo está en obviar aspectos tan importantes como la limitación que tiene la pitiusa mayor en relación al aumento poblacional de los últimos años. «Cada vez somos más y ampliamos las carreteras, ampliamos las depuradoras y también el aeropuerto como si no pasara nada», explicaba. Un territorio limitado y que no cumple con la «sostenibilidad» de la que alardean plataformas como Airbnb o Homeaway, entre otras. «Tenemos que ser conscientes de qué tipo de casas tenemos en Ibiza y mirar realmente qué normativas medioambientales cumplen porque no vale con una simple certificación energética».
Salewski ve necesario introducir nuevas medidas en una ley que necesita «subir los estándares de calidad y no solo maquillarlos». Es consciente de que el sistema «es el que es», pero sabe que hay actuaciones que pueden regularse y que, sin embargo, se están pasando por alto. Ante esta situación propone apostar por casas que sean 100% sostenibles y que posicionen a la isla como «referente» en este tipo de turismo. Para él, la normativa debería limitar las características de este tipo de inmuebles turísticos. «Igual hay que introducir medidas como la obligatoriedad de que la casa sea autosostenible, que use energías renovables, control de aguas y reutilización de estas para que no sea necesario usar cubas de agua que necesitan de su transporte con camiones», aseguró durante su intervención.
Respecto a la actividad turística hotelera, el geógrafo de la UIB explicó que el control normativo que tienen es mayor, pero «siempre se podría hacer más».
¿Crecer o decrecer?
Jordi Salewski lo tiene claro. Ibiza ha superado todos los límites ambientales de la isla que no afectan solo al medio ambiente sino también a la población ibicenca. «Estamos viendo cómo hay gente que no puede alquilar casas y familias desestructuradas. Estamos convirtiendo la isla en un parque temático de gente que viene a trabajar cuatro meses y se va, sin apego a la isla, sin la sensación de ser de aquí y eso causa grandes problemas», matizó.
Motivos que le han impulsado a hablar de decrecimiento y no de crecimiento cero como se venía haciendo hasta ahora. «Tenemos que gestionar bien lo que hay y no podemos seguir ampliando las plazas turísticas, ni las viviendas en el campo. Es el momento de afrontar los problemas que tenemos y, en este sentido, no podemos ni debemos seguir creciendo».
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