El pintor ciudadrealeño Fermín García Sevilla explicando a sus alumnos los misterios y secretos de una buena pintura de paisajes.

La semana pasada el reconocido pintor manchego Fermín García Sevilla (Tomelloso, Ciudad Real, 1961), considerado uno de los mejores paisajistas de España, impartió un cursillo intensivo de pintura para artistas residentes en Ibiza y llegados de la Península que organizó y patrocinó la también pintora ibicenca Cristina Ferrer.

Tal y como explicó García Sevilla a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA el cursillo estuvo enfocado «a la observación y percepción de la luz para hacerles cambiar, sobre todo, el esquema al que están acostumbrados los artistas que pintan en el estudio». Para ello, los lugares elegidos por el pintor fueron Cala Comte, Sant Agustí y s’Illot. Allí los participantes pintaron cuadros de formatos pequeños, «para poder seguir el desarrollo desde el principio al fin de la obra» y finalmente, el paisajista manchego recalcó que el resultado había sido tan satisfactorio que posiblemente se repita el curso el año próximo. De momento, se realizará uno igual en Mallorca durante el próximo mes de abril de 2018.

No es la primera vez que el artista viene a Ibiza. Visita las Pitiusas desde 1993 para pintar su paisaje y realizar apuntes de pequeño formato que le sirven para posteriormente realizar cuadros de tamaño más de grande. De las dos islas, García Sevilla destaca su luz, «que es especial sobre todo por las mañanas y al atardecer en donde hay una atmósfera que se adapta perfectamente a mi forma de trabajar». Además, aseguró que lo contrastes «son más violentos que en la península y que, incluso, en Formentera todavía son más exagerados».

Apuntes de paisajes

Concretamente, además de dar el curso, el ciudadrealeño ha realizado durante su estancia en Ibiza algunos apuntes de paisajes de la costa de Pou des Lleó, Porroig y también Formentera, en donde se pueden observar las características de su obra de las que nos habla la escritora y crítica de Arte Pilar Aroca: «Fermín García Sevilla enfoca el horizonte como con teleobjetivo-zoom, dejando desenfocados de su lente, al margen de su visión, los planos más cercanos a él, que aparecen más imprecisos, más abstractos». Concretamente, «rastrea, indaga y estudia, y esto es la evolución de su arte aunque aparente estar pegado a la Figuración y al Realismo más o menos puro». Para conseguirlo, según Aroca, «usa la técnica de los impresionistas en frenética investigación para tratar de dominar la naturaleza de la luz blanca y sus multitudes longitudes de onda, como hicieron los impresionistas y puntillistas, intentando conseguir que la retina del espectador recomponga los colores del espectro».

Por su parte, la organizadora y patrocinadora de la iniciativa, la pintora Cristina Ferrer, explicó a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA que para ella había sido una experiencia nueva «que no va a dejar pasar por alto puesto que ella siempre ha pintado en el estudio» y aseguró que pintar en el campo «implica dificultad y retención de la imagen puesto que los efectos de luz proyectados en el paisaje cambian en todo momento».

Artista prolífico con una gran cantidad de obras repartidas por todo el mundo

Fermín García Sevilla, nacido en el año 1961 en la localidad de Tomelloso, Ciudad Real, es un artista prolífico de gran prestigio tanto a nivel nacional como internacional. Considerado uno de los mejores del mundo en el campo del paisaje, cuenta con una infinidad de obras repartidas en museos e instituciones en toda España, y en colecciones particulares de gran parte de países de Europa, Asia y América.

Además, ha realizado numerosas exposiciones individuales, colectivas y certámenes, ha dirigido cursos de pintura y es cofundador del grupo Mancha 10. Su producción se caracteriza por su interés en plasmar fundamentalmente el paisaje, escenas costumbristas e interiores, por su obsesión por la influencia de la luz y de los efectos que ésta ejerce sobre la naturaleza, y por una obra «honesta, limpia, sin artificios pictóricos y fiel al modelo representado». De hecho, según los expertos, su obra madura puede etiquetarse como «realista y luminista, siempre con una base sólida de dibujo y composición».

A lo largo de su trayectoria ha conseguido innumerables premios entre los que destaca el premio Castellano-Manchego del año’.