Técnicos de Xarxa Forestal de la Conselleria d'Agricultura, Pesca i Medi Natural impartieron ayer un interesante taller en Sant Antoni sobre prevención y autoprotección ante los incendios forestales. La iniciativa se llevó a cabo en colaboración con el Ayuntamiento y la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni.
Desde el Consistorio portmanyí explicaron que la jornada informativa estaba enmarcada en las actuaciones previstas en su Plan Local de Prevención y Emergencias frente a los Incendios Forestales aprobado definitivamente en 2023.
Qué especies de jardinería son las menos inflamables o cómo se puede actuar cerca de una vivienda para prevenir un incendio centraron parte de la charla impartida por los técnicos de Xarxa Forestal, Inés Landa y Eladio Merino.
Landa destacó que su objetivo era informar y sensibilizar sobre esta materia, dirigiéndose principalmente a propietarios de casas aisladas o residentes en urbanizaciones situadas en zonas con riesgo de incendios, pudiendo convertir estas áreas en lugares más seguros.
«Una área perimetral de seguridad, en un momento dado nos puede salvar la vivienda», indicó.
La experta recordó que en los dos últimos años se ha ido arrastrando una grave sequía en el campo y las recientes lluvias han provocado la aparición de un abundante pasto fino. Por ello, no hay que olvidar que estas herbáceas, con el avance del verano, se irán secando convirtiéndose en el combustible perfecto para un incendio forestal.
«En Ibiza, llueva o no llueva, no se puede bajar la guardia porque el peligro de incendio es estructural en toda la isla, que es muy vulnerable a los fuegos por la dispersión de la población existente. En verano, es además cuando más riesgo de incendio hay y es cuando existe un mayor uso del territorio», afirmó Landa.
Los técnicos alertaron: es fundamental asumir y comprometerse con el lugar en el que se reside, más teniendo en cuenta que muchas viviendas se encuentran prácticamente «pegadas» al bosque. Por ello, los expertos recomendaron ser conscientes de ello y adoptar responsabilidades.
En este sentido, destacaron la importancia de actuar en el entorno inmediato de la casa, limpiándolo de hierbas o incluso de árboles.
«Son inversiones mínimas y, aunque nos parezca que el coste de los trabajos puede ser elevado, debemos valorar la relación entre el precio y el beneficio porque estamos protegiendo nuestras casas e incluso nuestras vidas en un momento dado», afirmó Inés Landa.
También resaltó la necesidad de llevar a cabo una labor conjunta entre todas las personas e instituciones involucradas en la prevención de los incendios forestales.
«Hay una falsa o incompleta percepción del riesgo. Vivimos en una isla mediterránea en la que la vegetación está adaptada al clima y debemos ser conscientes de que en cualquier momento puede producirse un incendio por la dispersión de las viviendas», resaltó.
Los técnicos valoraron la labor realizada en los últimos años por parte de ayuntamientos como el de Sant Antoni, implementando medidas reales sobre el terreno e interviniendo en 52 hectáreas en zonas de interfaz urbano-forestal, aquellas en las que coinciden áreas urbanas y forestales.
«Queda mucho por hacer, pero ya se ha trabajado bastante», concluyó Landa.
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