Vivienda

Vecinos que desalojaron a los okupas de Sant Antoni: «Volveríamos a hacerlo»

Los participantes aseguran que intervendrían de nuevo en otros casos similares

Vecinos que participaron en la expulsión del okupa: «Volveríamos a hacerlo». | Irene Arango

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El día después de la concentración frente al piso ocupado en la calle Bisbe Cardona, Ángel relataba a Periódico de Ibiza y Formentera su participación en los hechos: «Llegué cuando se iba aproximando toda la gente y, entre unos cuantos, arrancamos la puerta… o tal vez se la llevó el viento, quién sabe».
El joven explica que «después subí junto a cuatro personas más». «Cuando comprobamos que no había nadie dentro, le pegué una patada a la puerta y, una vez dentro, empezamos a tirar las cuatro cosas que había en el piso por el balcón».

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Tras vaciar la vivienda, Ángel asegura que «bajamos y pudimos escuchar aplausos antes de que alguien advirtiera de que el okupa se había vuelto a meter. Estaba camuflado entre la multitud y aprovechó un descuido para colarse». Ante esta situación, el joven relata que «volvimos a subir tres personas y, tras un forcejeo, logramos abrir la puerta. Ese es el momento en el que, tras haberse podido llevar algún golpe, el okupa salió por la ventana y rompió los cristales antes de que llegaran la Policía y la Guardia Civil, que nos echaron de muy buenas maneras y se quedaron con él».
Francisco, otro de los participantes, interrumpía el relato para añadir: «Me han dicho que si hay algún tipo de consecuencia para alguno de nosotros, se va a pagar entre todos».
Explica que «la Policía nos trató bien y con amabilidad, pero nos acabaron pidiendo los datos». Tanto él como Ángel aseguran sentirse «satisfechos» con su actuación y afirman que «volveríamos a hacerlo», aunque matizan: «Si me llega otro mensaje igual, estaremos allí siempre que sea un problema con un particular, no con el piso de un banco o de un fondo buitre. Un rato después de que nos marcháramos, se instaló una puerta», concluyen.

Mientras tanto, José Ramón, vecino del barrio y conocido de la familia propietaria, advierte que «este problema continuará». En referencia a la crisis de vivienda en la isla, señala que «el problema es el precio de la vivienda en Ibiza, por eso pasan estas cosas y la gente tiene que vivir en caravanas o chabolas de cualquier manera».