El GOB ha calculado que 22.892 aves de 67 especies acuáticas diferentes han pasado el último invierno en las zonas húmedas de Baleares, un 10% por debajo de la media de la última década y ligeramente por encima del año anterior.
En concreto, el descenso en Mallorca ha sido del 8,4%, en Menorca del 30,7% y en Formentera del 28%. En Ibiza, en cambio, se ha registrado un importante incremento del 36,3%, principalmente debido a la presencia récord de 900 flamencos, casi el doble de lo habitual.
Según ha informado la entidad en un comunicado, ha caído un 20% el número de ejemplares de patos y un 24% de las aves gruiformes, especialmente de las fochas, que sirven como indicador de la calidad del agua dulce. Todas estas alteraciones indican que prosigue el «proceso de salinización» de las principales zonas húmedas del archipiélago.
En cambio, los cálculos del GOB, que se enmarcan en un censo internacional, sí que revelan un ligero repunte respecto al año pasado, que fue «muy malo».
LA ALBUFERA, EL PRINCIPAL FOCO
Los especialistas de la entidad ecologista han visitado 45 zonas húmedas en Mallorca, 21 en Menorca y otras tantas en las Pitiusas. La que mayor número de ejemplares de aves acuáticas ha albergado este pasado invierno ha sido el parque natural de la Albufera, con 7.749 ejemplares de 57 especies, lo que supone el 35% del total.
En Mallorca también han destacado el parque natural de Es Trenc, con 2.751 ejemplares, y s'Albufereta, con 1.391. En Menorca el foco se ha situado en la Albufera d'es Grau, con 1.017 aves, y en las Ptitusas ha sido las salinas d'es Codolar de Ibiza (1.374) y l'Estany Pudent de Formentera (265).
PATOS, FLAMENCOS Y FOCHAS
Las especies con mayor número de ejemplares --todas ellas con más de 1.500-- han sido, de menos a más, el ánade real, la garcilla bueyera, el cuchara común, el flamenco, el chorlito dorado común y la focha.
Desde el GOB también han destacado la presencia de 34 ejemplares de cerceta carretona --cuando lo habitual es que no haya más de dos--, un avetoro común, tres garcillas cangrejeras y dos garzas imperiales, todas ellas «eminentemente estivales».
En cambio, no se ha detectado ningún ejemplar de porrón moñudo, una especie de pato cuya presencia a principios de siglo era muy habitual y ha ido decayendo.
En el recuento han participado más de 150 voluntarios que han sido coordinados por el GOB en Mallorca, SOM en Menorca y GEN-GOB en Ibiza y Formentera. También ha participado personal de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural.
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