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Aunque la calabaza siempre ha sido un emblema del otoño, ahora estamos en los últimos días para disfrutar de las calabazas locales antes de que finalice su temporada de consumo óptimo. Aunque normalmente puede encontrarse en los mercados durante todo el año gracias a su buena conservación, es en los meses previos a la llegada del frío cuando su sabor y textura alcanzan su máximo esplendor.
En el mercado de la Cooperativa de Sant Antoni, uno de los mercados locales más destacados de la isla, las calabazas todavía se pueden encontrar en los puestos locales. En muchos puestos de frutas y verduras, aún mantienen las últimas unidades de cara al fin de la temporada antes de que desaparezcan de los estantes. Asimismo, la época ideal de la recogida de esta hortaliza suele empezar en septiembre y dura hasta noviembre aproximadamente, justo antes de la llegada de las frías temperaturas, aunque es cierto que gracias a su fácil conservación es una hortaliza que puede consumirse todo el año. «La planta de la calabaza tiene una gran producción, una de ellas puede darte unas 10 o 15 calabazas», apuntó Vicent, gerente del puesto de Frutas y Verduras Can Tura.

En este sentido, se pueden encontrar varias variedades de calabaza, siendo las más comunes la calabaza cacahuete, de forma alargada y color naranja, ideal para sopas y cremas, y la calabaza gris, originaria de Valencia, conocida por su dulzura, perfecta para repostería o asada.

Además de ser una excelente fuente de fibra y nutrientes, la calabaza es una hortaliza muy versátil en la cocina. Desde una sencilla crema de calabaza, hasta chips al horno, las opciones para disfrutarla son muchas. «Me gusta descubrir recetas saludables y la calabaza está presente en muchas de ellas. La última vez hice un bizcocho de calabaza y chocolate y también la utilicé como base para una pizza saludable», explicó Sara, que paseaba por el mercado este viernes.