«Lo que ha sucedido con el cultivo de almendros en Corona ha sido la historia de una decadencia anunciada». Así de contundente se mostró ayer Toni Tur Boned, ‘Secorrat’, el presidente de la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni, al preguntarle por la floración este año de los almendros en el Pla de Corona. Un espacio emblemático que ayer albergaba árboles secos, pelados, y con algún tronco cortado depositado en el suelo.
En este sentido, Toni Tur señaló a Periódico de Ibiza y Formentera que muchos de estos árboles han muerto y no se han reemplazado por plantaciones nuevas. Lo que supone, según indicó, que el cultivo de almendros se encuentra en serio riesgo de desaparición en Ibiza. «Desde hace mucho tiempo la tasa de reposición entre los que mueren y se van sustituyendo es negativa», precisó.

Factores perjudiciales

Sin ir más lejos, el presidente de la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni subrayó que, además de la falta de nuevos cultivos, hay varios factores que perjudican a las plantaciones de almendros, especialmente en secano y, precisamente, el Pla de Corona es un espacio dominado por los plantíos de secano.Entre estas circunstancias, este agricultor ecológico de la isla explicó que cada vez hay menos agricultores profesionales que cuidan el campo y el paisaje del Pla de Corona.
También lamentó cómo el cambio climático ha perjudicado las condiciones para el cultivo de almendros, ya que los inviernos son suaves – menos fríos – y estos árboles necesitan horas gélidas para que las flores lleguen a cuajar.

«Desde hace tiempo la floración se producía a destiempo por los descuadres del cambio climático y esto provocaba una pérdida de energía», agregó. En esta línea, también lamentó la presencia de las plagas que ponen en peligro la plantación de almendros como la aparición del escarabajo en las raíces del árbol o la presencia de la bacteria xylella fastidiosa en los almendros. «Los agricultores de la isla avisamos hace tiempo de este declive acusado del almendro», apuntó este profesional, haciendo hincapié en que la mezcla de todos estos factores negativos causan, desgraciadamente, la «tormenta perfecta que hará desaparecer el cultivo de estas plantaciones».

Sin ir más lejos, recordó cómo hace tan sólo cinco años se cultivaban en la isla hasta 20 toneladas de almendras, mientras que ahora si se llegan a recoger cinco toneladas «es un éxito». «Ahora recogemos entre tres y cinco toneladas y, además, la calidad del cultivo es mucho peor», lamentó Toni Tur.
No obstante, destacó que existiría la posibilidad de colocar un sistema de riego a la plantación, pero, con el cultivo de almendros en secano, es «complicado».

«En el futuro se tendrá que sustituir el almendro por el algarrobo o la higuera en Ibiza porque se adaptan mejor al cambio climático y no sufren las consecuencias de las plagas», añadió e insistió en que desde el gremio de agricultores de la isla se anunció cómo el almendro desaparecería en unos años porque las iniciativas para intentar salvar estas plantaciones «han llegado tarde y mal». «Por eso digo que esta decadencia ya estaba escrita», puntualizó este profesional.