La Berlingo que se anuncia en Airbnb y en la que se puede ver en diferentes imágenes que acampan sacando elementos como mesas y sillas. | AIRBNB

La oferta ibicenca del portal AirBnb no deja de sorprender. A pesar de que las administraciones se han puesto las pilas en la persecución del alquiler turístico ilegal, lo cierto es que navegando por AirBnb no parece que la amenaza resulte tan disuasoria para quienes deciden alquilar sus propiedades a los turistas con la llegada del calor. Consultando la oferta disponible para los meses de julio y agosto, es posible encontrar, por ejemplo, numerosos pisos en la ciudad de Ibiza que se ofrecen para alquiler turístico. Lo mismo sucede con las caravanas, que llevan ya varios años protagonizando portadas. Y para este verano parece que entra en juego un nuevo tipo de alojamiento: las furgonetas de pequeño tamaño reconvertidas en hoteles con ruedas.

En Vila se puede alquilar, por ejemplo, un pisito «en pleno centro», con «parking público» y situado «en la terraza de la casa principal». Tiene su propia terraza privada, cocina exterior y zona chill-out, una cama de matrimonio y un baño. La propiedad ha sido reformada por quienes la comercializan «con materiales reciclados y, sobre todo, con mucho amor». El precio por noche es de 170 euros en el mes de julio.

En Platja d’en Bossa, en la calle de Porreres, y por el módico precio de 400 euros la noche, Cristina ofrece un apartamento «residencial» para cinco viajeros, con dos dormitorios, cuatro camas y dos baños. Ubicado «a 100 metros» de la zona de fiesta y «a 20 metros de la playa», cuenta con TV LED, wifi, toallas, sábanas y piscina.

Un poco más caro, 500 euros por noche, es el «ático de lujo» que oferta Peter en Marina Botafoc, en el Passeig Joan Carles I. Se trata de un «loft» de 242 metros cuadrados que presenta como un alquiler de larga duración pero que, sin embargo, se puede reservar para unos días de vacaciones. En el apartado de servicios figuran champú, ropa de cama, almohadas, wifi y la posibilidad de «dejar el equipaje», así como «la opción de llegar pronto o salir tarde para la comodidad de los huéspedes».
Las furgonetas, por otro lado, vuelven a ser un año más protagonistas de las ofertas de AirBnb.

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Algunas son especialmente llamativas. Es el caso de la que ofrece Eivissa Van Rent totalmente camperizada y con el interior forrado en madera. Por 130 euros la noche, dice el anuncio, los huéspedes podrán disfrutar de las maravillas de la isla, incluso de dormir «cerca de las calas más bonitas de Ibiza». Para ello contarán con ducha interior y exterior, wc portátil, hornillo, nevera con congelador, menaje de cocina, enchufes varios, cama de matrimonio y litera, sábanas y toallas. La edad mínima para acceder a esta furgoneta es de 25 años y es necesario depositar una fianza de 600 euros.

Más curiosa si cabe es la oferta de Steve. Se trata de una «caravana vintage» ubicada en una hípica de Santa Gertrudis y en la que el visitante se puede alojar en julio por 95 euros la noche. No obstante, se puede alquilar durante un año a «personas conscientes». La caravana cuenta con servicios básicos como toallas, sábanas, jabón y papel higiénico y los huéspedes «pueden utilizar las instalaciones de un resort cercano».

Un nuevo tipo de oferta, finalmente, aparece para este verano en AirBnb. Se trata de la Citroen Berlingo de Lukas, que la llama cariñosamente Belinda. Lukas presenta su furgoneta como un alojamiento que «puede parecer un coche con cinco asientos para el ojo no entrenado». El que sí entrena podrá darse cuenta de que «en secreto se transforma en un sofá, comedor, estación de cocina, almacenamiento y cama». El interesado en pasar sus vacaciones ibicencas con Belinda podrá disfrutar de «una gran cama doble de 1.30x1.80, camping gas, nevera portátil, ducha portátil, mesas y sillas, utensilios de cocina, sábanas y edredones, sombrilla, juegos y algunas sorpresas». Todo ello por el módico precio de 90 euros la noche. Eso sí, el interesado tendrá que ser mayor de 25 años y habrá de depositar una fianza de 200 euros.

En otro anuncio, Lukas sigue ofreciendo su furgoneta pero bajo el nombre de Berlinda (resultado de unir Berlingo y Belinda) e invitando a sus clientes a dormir con ella en las playas de Ibiza, a pesar de tratarse de una actividad prohibida.