Usuarios del transporte público subiendo al autobús en la estación de CETIS en Ibiza.

La primera hora de la mañana, en torno a las siete, cuando mucha gente coge el autobús para acudir a su puesto de trabajo y las horas del mediodía, entre las dos y media y tres y media, cuando esos mismos trabajadores emprenden el camino de vuelta, se convierten en tortuosas para muchos usuarios del transporte público. Los motivos: las aglomeraciones en algunos trayectos, que hacen que el vehículo esté lleno y en ocasiones tengan que dejar pasarlo para esperar al siguiente vehículo, además de los retrasos, una tónica más que habitual para muchos de los usuarios.

Usuarios

De entre esos usuarios habituales del transporte público María Marín coge la línea 8, que parte desde San Antonio, pasa por Sant Josep y llega hasta Vila. Asegura que «muchas veces va con retraso, llego tarde al trabajo por culpa de que el autobús llega tarde». No solo los retrasos son un problema para ello, sino que las aglomeraciones por la falta de servicios pueden hacer que incluso no pueda subir a su autobús.

En las poco más de dos semanas que llevamos de año, ya se ha encontrado con esta situación: «el año pasado tuve que dejar pasar el autobús muchas veces, y en lo que llevamos de año ya he tenido que ir a trabajar una vez en taxi porque si no no llegaba a mi hora. La que yo uso es una línea muy transitada, debería tener más servicios».

Otra usuaria, Jannete, no esconde su indigación ante el servicio de autobús que tanto utiliza. En el momento de ser preguntada está esperando por su línea que, como tantas otras veces, llega tarde: «son las 14 37, el autobús tenía que salir a y media y aquí no hay rastro de él, ni ha llegado. Pero es que la de enfrente, que es la 20 que se va a San Juan, también tendría que haber salido a y media y tampoco ha llegado».

Su frustración parece evidente con el servicio «los autobuses en esta isla son un desastre, deberíamos llegar a nuestro trabajo a tiempo y no lo hacemos por culpa del servicio». Como ella, Andrea, pese a no ser tan asidua al transporte público, asegura que ella también ha experimentado esa situación «no lo cojo mucho, pero el otro día justamente iba a utilizarlo y me dejaron en tierra porque ya iba lleno. No invita a cogerlo si no es meramente imprescindible», asegura. Igual que ella, Adela, junto a su hijo Onut, esperan al autobús en la estación del CETIS. Pese a que tampoco son asiduos, aseguran que cuando les toca utilizarlo, no funciona con la eficiencia que tendría que hacerlo.

«Nosotros vivimos en Santa Eulària, y lo cogemos para bajar hasta Ibiza. Lo poco que lo usamos, muchas veces llega tarde y no invita a seguir utilizandolo si no es imprescindible».

Muy indignada por la situación de los autobuses se encuentra Joana, una usuaria habitual de la línea L13. Muestra su indignación con unos autobuses «que muchas veces no pasan a la hora». Harta de llegar tarde al trabajo por culpa del transporte, se ha visto obligada a coger líneas anteriores a la que le tocarían por su hora de entrada, para poder cumplir: «cojo el autobús y cuando llego me tengo que dedicar a dar vueltas por Ibiza para hacer tiempo. En estos días de enero, que hace frío y muchas veces llueve, es más complicado».

Asegura que no es ella lo único que lo padece en la familia: «mi nieto lo tiene que utilizar para volver del colegio a casa todos los días, y está harto de que llegue tarde tantas veces».
Fruto de su indignación, la última vez que se quedó fuera, dirigió una instancia en el Consell, ante la cual, asegura «no ha recibido respuesta por el momento».

Consell

Por parte del Consell Insular, institución encargada del transporte en Ibiza, remiten a la necesidad de aprobar la nueva licitación del servicio de autobús por los próximos diez años.
Desde la máxima institución insular aseguran que «se trabaja con una licitación que tiene unos veinte años, con unas necesidades y una presión poblacional que no es la de entonces».Por ello, recalcan la importancia de esta nueva licitación «que adecuaría el servicio de transportes a a las necesidades actuales de la isla por los próximos diez años».