El doctor Eugenio Oñate (Valencia, 1953) es un «ibicenco de adopción», tal y como el mismo se considera. Profesor emérito de la Universidad Politécnica de Catalunya, se encuentra a caballo entre Barcelona, donde sigue moviéndose por el campus, y la Ibiza en la que se reside debido a ser el lugar del cual es su mujer. Tras una amplia carrera dedicada a la ciencia, como ingeniero de caminos, el reconocimiento más grande a su carrera llegaba hace apenas un par de semanas, cuando la Ministra de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), Diana Morant, anunciaba los galardonados con los Premios Nacionales de Investigación 2024, entre los cuales estaba Oñate, dentro de la categoría de ingeniería.
A su último paso por Ibiza ha aprovechado para atender a Periódico de Ibiza y Formentera desde la sociedad cultural Ebusus, de la cual es vocal. Ahí ha aprovechado para hablar, entre otras muchas cosas, de su relación con Ibiza, de sus primeros pasos en la ciencia, de los motivos que le han llevado a ser galardonado con dicho premio y, también, de cuales son los problemas que atañen a nuestro país en el campo del que él es especialista, la ciencia.
«Desde hace 50 años yo vengo a Ibiza y, desde hace 45, estoy casado con una mujer de familia ibicenca, que es la familia Llobet Tur de Montis», explica Oñate, sobre su relación con la isla. Esto le ha hecho estar vinculado «desde siempre con la isla», donde ha promovido muchas iniciativas de carácter cultural y científico. De entre ellas, destaca la organización de dos congresos internacionales, «de los cuales uno de ellos supuso la inauguración del Palacio de Congresos de Santa Eulària en 2007». También ha promovido una serie de reuniones científicas «en colaboración con el actual presidente de Ebusus, Gabriel Molina».
Sobre sus inicios formativos, estudió en su Valencia natal, donde se graduó como Ingeniero de caminos, canales y puertos. Al terminar, marchó hasta Gales para realizar el doctorado, donde estuvo desde 1975, hasta 1979. En ese último año se crea, en Barcelona, la escuela de Ingenieros de Caminos, creada por José Antonio Torroja -padre de Ana Torroja-. Con ello, con 26 años haría su regreso a España hacia dicho centro, del cual se convertiría en director tan solo tres años después. «Fui un director muy joven», comenta.
Entender el mundo
En esa posición de director estuvo seis años, durante los cuales inauguró el Centro Internacional de métodos numéricos e ingeniería «que es el que se menciona en la entrega del premio por parte del Ministerio» y que lleva ya 37 años en funcionamiento. Paralelamente, sigue siendo catedrático emérito de la Universitat Politécnica de Catalunya, gracias a lo cual «puede seguir vinculado a la universidad. Tengo mis doctorandos, mi despacho...», tras jubilarse el año pasado. De manera muy similar pasa con el centro de investigación que fundó, del cual dejó la dirección ya en 2022, pero al que sigue vinculado como «investigador distinguido». Sobre esa situación, explica que «está en la retaguardia» pero que gracias a esos títulos puede seguir vinculado.
Sobre su carrera en la ciencia, afirma que «ha tenido la suerte de estar vinculado a un sector que ha ido a más, como es la utilización de ordenadores para entender mejor el mundo». Con ello se refiere desde el clima, a los aviones o a como funcionan las estructuras. Esto se consigue mediante «una fusión de las matemáticas, que son las que nos ayudan a entender el mundo, y unos métodos de cálculos, que son los que se utilizan cuando se diseña un edificio o se proyecta el viaje de un cohete».
Según explica Oñate, estas técnicas o métodos de entender el mundo «están ahora más de moda que nunca». Siendo más concreto, explica su labor como investigador en «los métodos que permiten optimizar las construcciones, reducir los costes de fabricación de productos o los métodos que permiten hacer un coche en dos años en vez de en cuatro». En el centro que el fundó se trabajaron «en diferentes campos de la ingeniería» lo que lo hizo más conocido y le ayudó a sobrevivir «en ciertos momentos que algún sector decaía».
Sobre el porvenir de la ciencia, considera que «pese a que hemos avanzado mucho en todos los aspectos, todavía hay mucho que resolver, especialmente en el campo de la medicina. El comportamiento humano todavía sigue siendo un misterio para nosotros. Queda mucho camino por avanzar. Hay una sensación de que la inteligencia artificial lo puede resolver todo, pero lo que que gestiona la inteligencia artificial es con los datos ya conocidos. Nosotros gestionamos datos y cuestiones que todavía no existen», expone Oñate.
«Grandes talentos en la isla»
Sobre el campo de la ciencia en Ibiza, sobre si es más difícil que en otros lugares, Oñate considera que «hay grandes talentos en la isla, como Xicu Torrés, que ha sido rector de la UPC hasta hace poco, Estella Matutes u otros». En este sentido, considera que ha habido «intentos» por unir a la comunidad científica de Ibiza pero «al no ser una prioridad de la isla, porque la prioridad es otra», la dificultad es mayor. Otro impedimento es el no contar en la isla con una universidad propia, sino con una «delegación en la cual la mayoría de los profesores no viven en la isla».
Sobre el galardón recibido, asegura que «ha sido una sorpresa» que, en su opinión, sirve como una reivindicación de que «la afición hacia las matemáticas como uno elemento para resolver problemas» sirva para algo. También espera que este galardón suponga «un espaldarazo» para tantos jóvenes investigadores que, en su etapa formativa, abandonan España en busca de una oportunidad mejor y, a diferencia de él, no regresan. «El mercado de la ciencia en España no es competitivo a día de hoy, los mejores se van», concluye Oñate, reflexivo sobre el estado de la ciencia en nuestro país.
5 comentarios
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Molt bon professor de Camins si senyor, salut d'un exalumne eivissenc. Aquí la gent està per altres temes, trobar algú que no sigui un cunyao requereix de cert esforç, però es troba.
Nick SonNunca pensé en decírtelo, pero totalmente de acuerdo.
Siiii, levantas una piedra y en vez de una lagartijas salen veinte científicos... El 28 de diciembre ya pasó... Aquí lo que hay de cojon.es son economistas y matemáticos,, de como estafar y cobrar en B. Tambien corrupción y dejadez política, a eso no hay quien nos gane.
Si también entendemos como talento científico el tráfico de drogas, entonces si, se puede decir que en la isla hay mucho talento científico.
Enhorabuena por el reconocimiento. La ciencia es vocacional y a largo plazo; lógicamente donde más se pueden obtener resultados es donde van los mejores; aquí parece que solo se valora la immediatez.