«Los empresarios aprendemos a palos y sabemos afrontar lo que nos viene»

En su discurso en los Premios Pimeef 2024, repartió a diestro y siniestro. ¿Al presidente de la Pimeef se le escucha o teme que muchas de sus quejas caerán en saco roto?

—No, no creo que caigan en saco roto. Tengo constancia de que se me escucha porque represento a un sector muy importante y diverso, pero también escuchamos en Pimeef y somos muy proactivos. Siempre nos ponemos al lado de quien tiene que ejecutar para trabajar conjuntamente. El problema es cuando solo encuentras normas y no encuentras el camino por donde ir o es muy costoso. Hay muchas normas que para que las cumpla una pyme, por su tamaño, es muy costoso.       

Pintó un futuro nada halagüeño, con más sombras y amenazas que incentivos para las pymes.

—Nunca ha sido fácil. El emprendedor va a pecho descubierto a por lo que venga. No tiene nada que ver el panorama que tuvieron que afrontar nuestros padres y nuestros abuelos, que prácticamente crearon sus empresas desde cero, a lo que hay hoy en día. Antes, la normativa era mucho más liviana, mientras que ahora parece que la normativa que hay solo la tenemos que cumplir los legales. La propia administración deja ver sus carencias cuando no tiene suficiente personal o no es ágil para combatir el intrusismo. Esto a las empresas nos quita mucho ánimo.

Lo que no me quedó claro si estaba contento o no con cómo había ido la temporada 2024 ¿Ya no sirve una buena temporada turística para que las pymes ganen dinero?

—Tener una buena temporada turística en las Pitiusas es sinónimo de que se genere riqueza y que luego se reparta. Si a las empresas nos va bien en verano, luego en invierno solemos acometer reformas o inversiones y los trabajadores son una buena parte receptora de estos beneficios. El problema es cuando ves que los beneficios no van acorde a la inversión y al esfuerzo que estás haciendo. Cuando ves que por más dinero que pongas encima de la mesa para pagar a tus trabajadores, que se lo han ganado, y a ellos no les permite ahorrar, es deprimente y un desánimo continuado.     

En Ibiza hay más trabajo que nunca, pero también más trabajadores viviendo en chabolas. ¿Cómo se lo explica??

—Tiene difícil explicación y quiero mostrar el malestar de los empresarios de que nuestros empleados tengan que estar en estas condiciones. Yo como empresario y desde Pimeef siempre hemos puesto en valor que los trabajadores son lo más valioso que tenemos. Cuando ves que tu personal no está bien, no puede acceder a una vivienda digna y el sueldo no le llega, no somos de mármol porque trabajamos codo con codo con ellos. Muchas veces somos el paño de lágrimas de nuestros compañeros y a lo único a lo que se pueden agarrar. A mí me gustaría que mis trabajadores pudieran disfrutar de la familia y del tiempo de ocio por las tardes para que al día siguiente pueda venir con ganas y fresco a trabajar en vez de ir a echar media jornada a otra empresa porque el sueldo no le da.

Tampoco se mordió la lengua al calificar de gente sin escrúpulos a los propietarios de inmuebles que los alquilan a precios desorbitados.

—Les llamé ‘mercenarios’, mientras que a los empresarios sin escrúpulos les llamé ‘gentuza’. Todo lo que esté en la economía sumergida es malo para la sociedad de esta isla. Que nosotros ahora en invierno estemos preparando la nueva temporada y preocupando para todo lo que se nos viene encima, para que luego el día 1 de mayo venga gente que se va a saltar todas las normas y no han planificado nada más que abrir la puerta, hacer caja y el 30 de septiembre les dará igual dejar un reguero de deudas con los trabajadores y proveedores. Esto a los ibicencos no nos interesa y nos hace competencia desleal a las empresas legales.

Usted alabó el fichaje del teniente coronel de la GC Enrique Gómez Bastida por parte del Consell d’Eivissa para liderar la Oficina contra el Intrusismo. ¿Cómo cree que influirá su figura a la hora de actuar contra los ‘piratas’?

—Tuvimos la suerte de trabajar mucho con él cuando estuvo aquí. Fue una persona muy proactiva cuando pasamos la pandemia, de un escrupuloso cumplimiento de la ley pero que empatizaba. Nos gustó mucho cuando supimos que se le había designado a él porque sabemos que es una persona de sobrada valía si se le deja trabajar y se le dan las herramientas pertinentes. Se nos abrió una ventana de esperanza. Este hombre fue instructor del Caso Puertos, una de las mayores operaciones antidopaje de Europa. En mi discurso me dirigí a todos los políticos y creo que en Mallorca ya tienen claro cuáles son nuestras necesidades, pero los políticos que aquí son oposición pero en Madrid están en el Gobierno tienen que anteponer las necesidades de Ibiza. Nuestra lucha aquí es la vivienda y no concibo que un político ibicenco, sea del color que sea, en Madrid su primer objetivo no sea acabar con este problema.

Otra de sus quejas explicó que en los últimos años pagan más impuestos las pymes. ¿No exagera?

—No, no exagero. Los costes de cotizaciones e impositivos han subido un 18 % desde 2019. Se articulan normas de seguridad laboral o alimentaria y una mediana o una gran empresa puede crear un departamento y le va a ser muy rentable y podrá optimizar costes, pero para una pequeña empresa es solo papeleo y tiene que echar mano de una gestoría. Al final son gastos y cuando tus ingresos no se disparan y los costes aumentan, llega un. momento en que no eres productivo.

Si las pymes quieren completar plantillas, ¿tienen que pasar por el aro y pagar lo que piden los trabajadores?

—Hoy en día, que haya trabajadores que estén bajo el yugo de un mal empresario tienen que ser casos muy particulares. Ahora, cualquier trabajador medianamente cualificado puede encontrar trabajo en cualquier empresa de su sector. Nuestro consejo es que si estás en un sitio donde te están engañando, vete a otra empresa. Hoy en día también se valora mucho el salario emocional, como poder conciliar y disfrutar de tus hijos o que te ayuden a buscar vivienda. El tener una empresa que favorezca esto, prevalece sobre la parte económica a no ser que te dupliquen el salario y no te quede más remedio que aceptar la oferta. No tiene razón de ser que nos enfrentemos a los sindicatos, con los que hemos hablado mucho, porque representan a nuestro mayor valor, que son los trabajadores. Tener un empleado que no descansa bien, que comparte cuarto o incluso cama sin aire condicionado, o que está en una autocaravana debajo de un árbol e intranquilo por si le han robado, no es el caldo de cultivo que necesitamos para que nuestros trabajadores den una buena imagen ante los clientes.

En SMI se ha incrementado un 54% desde 2018. ¿Ha habido alguna nueva legislación que haya supuesto algún beneficio para los emprendedores?

—Las normas están bien cuando se utilizan para mejorar la sociedad. El problema es cuando se utilizan torticeramente. Está claro que el nivel de vida ha subido y no es normal un salario base de 700 euros. Con el SMI no se vive en las Pitiusas, es una realidad, pero también es verdad que hace mucho tiempo que en la empresa privada no se paga el SMI.

¿Para ser empresario hay que estar hecho de una pasta diferente?

—No. Se aprende a ser empresario a palos. Nuestros padres y abuelos empezaron a trabajar con 14 o 15 años de pinches en algún tipo de oficio y crearon sus empresas de cero. Hoy en día, con la cantidad de normativa que tenemos, empezar a pecho descubierto sin haber hecho un estudio serio de mercado y de costes supone un batacazo seguro. En Pimeef hacemos planes de empresa para jóvenes emprendedores y es muy llamativo ver gente con mucha ilusión que luego flipan cuando ven todo lo que tienen que cumplir. Una parte importante de ser empresario es llevarte los problemas a casa: no dedicas a tus hijos el tiempo necesario o los problemas los pagas con tu cónyuge. Más que ser de una pasta especial es saber encajar bien todo lo que va viniendo y afrontarlo, pero es una experiencia bonita. Si consigues crear un buen equipo y un buen entorno, si tu negocio te da para pagar a tus empleados unos sueldos bien dimensionados la verdad que la retribución anímica es una pasada.

En los Premios Pimeef se escucharon discursos emocionados y también inspiradores de empresarios como Joan Tur de Mister Chippy o de Sergio Torres del Cine Regio, entre otros. Uno reflexiona y acaba concluyendo que, a pesar de las dificultades diarias, vale la pena ser emprendedor.

—        • Joan Tur es un empresario de mi sector y de reconocida trayectoria, además de ser mi amigo, y cuando le comuniqué que iba a recibir un premio me decía que había que animar a la gente a que trabaje en el sector primario. Estaba preocupado porque quería dar un mensaje positivo para que los jóvenes se acerquen al campo y que vean que ser empresario es agradecido.

¿Qué le pasa por la cabeza cuando ve que centenares sino miles de persones se presentan para acceder a una plaza de funcionario?

—En mi discurso puse deberes a todo el mundo, pero me faltó desarrollar una idea que la voy a decir ahora. Evidentemente, la del funcionario es una vida de sacrificio, de estudiar mucho para sacar una plaza … A mí lo que me gustaría sería una administración bien dimensionada con los médicos e infermeras que hay que tener. No tenemos que olvidar que en Ibiza vivimos de ser un destino turístico seguro y cuando me reúno con los mandos de Guardia Civil y la Policía Nacional a principio de temporada y me dicen que van a hacer todo lo posible para traer refuerzos pero que se las ven para completar las plantillas pues no es una imagen bonita. No solo hay que tener personal para las 150.000 personas residentes sino para los 300.000 que somos en verano. Necesitamos que una familia que está trabajando en un restaurante tenga una escoleta de verano para sus hijos y pueda conciliar. Y me gustaría que los funcionarios sean conscientes de que aquí no hay nadie exento de responsabilidad de la deriva de los problemas de la isla. Me gustaría que un funcionario, cuando el viernes a las tres menos diez de la tarde esté a punto de cerrar su portátil, se pregunte si ha hecho todo lo que estaba en su mano esa semana para solucionar los problemas de la isla. ¿He hecho todo lo posible para que no haya asentamientos ilegales, para agilizar los fondos Next Generation que hace tres años que están atascados o para agilizar los papeles de trabajadores pendientes de regularizar? Si los planes urbanísticos de todos los ayuntamientos estuvieran bien hechos, las empresas vamos a invertir y mejorar. ¿Cómo puede ser que el absentismo en la administración sea el triple que en la empresa privada? Eso no es normal, no se puede consentir.

La falta de suelo industrial también supone un hándicap para el crecimiento de nuestras empresas. ¿Ve una solución a corto plazo?

—Quiero ser optimista porque las empresas tenemos buena salud y estamos preparadas para invertir, pero no es normal que necesite unas instalaciones de 2.000 m2 y esté trabajando en 700. El trabajo sale, pero a base de una mano de obra intensiva y de mal trabajar. Se está trabajando en unas condiciones no deseables y lo que queremos no es crecer sino quitar todo lo que está en suelo rústico y que tiene dificultades para cumplir con toda la normativa. La inversión será muy importante pero el rendimiento será mejor.

¿Por qué hay pocos empresarios en política?

—Porque el empresario es ejecutivo, quiere solucionar cosas y poner todas las armas a su alcance para conseguir su objetivo. El problema de la administración es que para hacer algo hay que pedir tres presupuestos, escoger el más barato (que no quiere decir que sea el mejor), no cargarse de personal y luego ejecutarlo. Y que los técnicos te lo aprueben, que sea acorde con las ayudas que vengan de Europa y justificarlas. Ya nos hemos perdido por el camino. Hay buenos empresarios que han caído en política y te lo cuentan: es una locura y todo es que no. Tengo el honor de presidir el equipo de fútbol de mi pueblo y cuando tienes a 300 niños es como gestionar una pequeña empresa. Y cuando una administración tarda un año en pagarte la ayuda que te conceden, ¿no se dan cuenta que esto no es viable? En la gala del deporte en Sant Josep había más de 20 clubes deportivos y solo tenemos tres campos de fútbol, dos pistas de tiro con arco pero no tenemos el plan urbanístico desarrollado. Y eso en un municipio con 20 o 30 millones en el banco. Y también quiero que estén bien pagados, porque si no no vas a captar a los mejores. No van a dejar la empresa privada para que te den golpes por todos los lados y cobrando la mitad.

Lleva ya nueve años al frente de la Pimeef, ¿le queda cuerda para rato?

—En noviembre hice 60 años. Tengo ánimo pero siempre he dicho que no creo en las administraciones que tengan gente de mi edad dirigiéndolas. Los jóvenes se tienen que implicar mucho más. Estamos en una época de cambio, con una inteligencia artificial que ya está aquí, y quien tiene que tomar las decisiones de aquí a cinco o diez años tiene que ser gente mucho más joven, más cualificada y con muchas ganas. Hice un sondeo con mis compañeros y creo que seguiremos otra legislatura. Lo primero que hicimos en Pimeef fue incluir a todas las mujeres que pudimos en el comité ejecutivo y ahora queremos encontrar esta savia nueva que tire del carro y que trabaje para todos los empresarios.