Fermín Cacho, durante la charla que dio en Sant Josep. | Alejandro Mellon

«Ha habido dos fermines. Uno en la alta competición y que ahora vuelve a disfrutar del atletismo y otro en el paréntesis». Así comenzó Fermín Cacho la charla ‘La salud mental en el deporte’ que ofreció en Sant Josep. El que fuese campeón olímpico en Barcelona 92 reconoció que vivió años oscuros, pero que con ayuda pudo salir de ese pozo en el que entró tras abandonar el deporte de alto rendimiento.

«En mi época se trabaja muy poco con los psicólogos. Era un tabú, era signo de que no estabas bien. También ocurría algo parecido con los nutricionistas, que eran para gordos», explicó en los primeros compases de una charla que fue ganando profudidad a medida que avanzaba. De hecho algo que considera clave en lo relativo a estaenfermedad es que cuando eres viejo para el deporte profesional, eres joven para la vida.

«La salud mental es una enfermedad. No sabes cómo viene, pero no es fácil salir de ello. Te tienes que poner en manos de profesionales», afirmó un Cacho, que también recordó que él se retiró al sufrir una encefalitis, que le tuvo 21 días en el hospital, uno de ellos en coma.

«A partir de ahí dije que la alta competición ya se había acabado. Ya había conseguido prácticamente todo», explicó. Pero ese fue el inicio de una etapa que, poco a poco, se convirtió en una espiral de la que no podía salir.

«Hay que adaptarse a la nueva situación. Ahora, se trabaja con psicólogos para que ese cambio no sea tan brusco y sepas gestionar tu tiempo cuando no sepas qué hacer. Yo tenía la sensación de que lo que me había ocurrido era porque había exigido a mi cuerpo más de lo que podía dar. Dejé la rutina de correr y tu cabeza empieza a pensar: ‘si ya no haces lo que hacías antes, qué haces ahora’. Te empieza a llegar la idea que ya no sirves para nada que lo tuyo era lo otro. Entras en esa soledad en la que piensas que todo el mundo está en contra tuya y que eres tú quién tiene razón, no los demás. Te baja la autoestima. Empiezas a no cuidarte. Físicamente cada vez te encuentras peor. No encuentras salida. Empiezan las discusiones en la familia...», relató recordando esa caída a los infiernos.

Fermín habla de 16 o 17 años que ya no vuelven, que ya no se recuperan, pero es feliz por salir de ese pozo: «Ahora vienen tiempos mejores».

Cambiar de aires
Ese recuperación empezó saliendo de su zona de confort y desplazándose a Denia donde comenzó a entrenar. Hace menos de dos años apenas era capaz de correr un par de kilómetros, por lo que empezó con la bicicleta para perder peso y poder volver a correr. También trabajó con psicólogos. «Fue un año muy difícil», sentenció.

Además, mando un mensaje para todos aquellos que atraviesan ese tipo de situación: «Para poder recuperarse lo fundamental es querer. Hay que reconocer cómo estás y tener el compromiso contigo mismo para salir de esa enfermedad». Y una vez que se acepta eso y se empieza a buscar la solución todo se va enlazando: «Cuánto mejor estás físicamente, mejor se recupera la mente porque vas viendo que puedes hacer cosas que antes no podías. Así te vas animando».

De hecho, Fermín Cacho vuelve a tener ilusión por competir y sus ojos están puestos en 2026, donde quiere conseguir lo único que le falta a nivel competitivo: ser campeón del mundo. «No puedo serlo absoluto, pero sí de veteranos», sentenció. La leyenda quiere seguir creciendo.