Marta Torres en su despacho durante la entrevista con ‘Periódico de Ibiza y Formentera’. | Irene Arango

Marta Torres Puyales (Madrid, 1974) es la directora del aeropuerto de Ibiza desde 2018. Un aeródromo que, tal como señala esta mujer, es uno de los más exigentes de España, especialmente en verano debido al gran tránsito de viajeros que llega a la isla. En este sentido, afirma que el aeropuerto es una «infraestructura crítica» por la actividad que realiza, por el número de visitantes que recibe – hasta 50.000 personas en un sólo día – y por todo el personal que maneja. Es por eso que, según Marta Torres, este aeródromo es uno de los más demandantes del país y, por ello, quiso poner en valor todo el trabajo que hay detrás por parte del personal para lograr el funcionamiento de todos los procesos operativos. También insistió en destacar la colaboración con las instituciones para resolver problemas como la congestión del tráfico, o la presencia de los taxistas ‘pirata’, y la consolidación del trafico aéreo en invierno.

Finalmente podemos reunirnos con usted. ¿Por qué ha costado tanto poder realizar esta entrevista?
—La temporada turística nos tiene a todos con el foco en muchos temas, ya que las temporadas se están alargando prácticamente hasta octubre, que es un mes con bastante actividad. También, una vez finalizan los meses fuertes, hay que realizar una serie de trabajos en las instalaciones como, por ejemplo, el cierre de zonas o el cambio de asuntos operativos, que se han demorado un poco. Pero ahora en noviembre podemos evaluar mejor el verano y también hablar de las previsiones del invierno en el aeropuerto de Ibiza.

Octubre cerró con un descenso del 0,6 % en el tráfico de pasajeros respecto a 2023, ¿cómo ha cerrado el aeropuerto de Ibiza noviembre?
—La temporada de invierno se plantea con una buena ocupación y un crecimiento global. En el caso de este mes de noviembre no te puedo ofrecer todavía datos concretos, pero acabaremos en positivo respecto al mismo periodo del año pasado. Cada invierno, aunque los valores siguen siendo bajos, estamos mejorando la conectividad y se van consolidando rutas nacionales, que son estables desde hace varios años, con Málaga, Sevilla, Alicante, Bilbao, además de Madrid, Barcelona, Palma y Valencia, que son las cuatro conexiones principales. También vamos ganando en tráfico internacional. Este invierno tenemos ocho conexiones internacionales y estamos conectados con cinco países extranjeros como son Reino Unido, Francia, Suiza, Alemania y Países Bajos. La mayor novedad en cuanto a la programación de invierno es la ruta semanal con Alemannia, concretamente con Frankfurt y Múnich, que este año se incorporan a la programación junto a Dusseldorf.

Por lo tanto, teniendo en cuenta las rutas existentes y las nuevas conexiones tras la finalización de la temporada turística, ¿cree que se ha consolidado el tráfico de pasajeros fuera de temporada?
—Sí, y supongo que es debido a dos factores; por un lado, el aumento de los viajeros residentes, que realizan sus salidas laborales, médicas o de escapada a Madrid y Barcelona para ver, por ejemplo, el ambiente navideño y, por otro lado, que el tráfico internacional va creciendo y se están consolidando más rutas. La conexión con Londres, que empezó con una conectividad de tres o cuatro rutas por semana, ya la tenemos diaria. Ha empezado también la conectividad con Países Bajos, que es un mercado que en los últimos años ha crecido mucho con dos rutas, tanto a Ámsterdam como a Eindhoven, así como la conexión con París y Zúrich y, especialmente, la conectividad con el mercado alemán, que este año es el que apuesta más fuerte.

¿El alemán es el mercado con más turistas llegados a Ibiza?
—En volumen no, pero sí a la hora de nuevas rutas. En volumen sigue siendo Países Bajos y Reino Unido que, con la ruta diaria desde Londres, se mantiene la conectividad todos los días.

¿En qué situación se encuentra el mercado nacional durante los meses fuera de temporada?
—En el mercado nacional también hay un crecimiento en relación a la programación de asientos, pero mantenemos los destinos que tuvimos el invierno pasado, que son Madrid, Barcelona, Palma, Valencia, Alicante, Sevilla, Málaga y Bilbao. En total, durante estos meses estamos alcanzando, e incluso superando, los 200.000 pasajeros llegados a la isla, ya que la conectividad de invierno está mejorando y la idea es seguir creciendo en ese sentido. Por nuestra parte, buscamos también que las aerolíneas apuesten por meter más rutas en invierno. Hay que señalar que Aena incentiva este crecimiento en invierno con una bonificación del 20 % a la tasa de pasajeros y de seguridad que tuviesen que establecer las compañías por las rutas incorporadas en los meses de invierno para ganar más tráfico en estos meses.

¿Se apuesta por aumentar el tráfico en invierno y reducir la actividad durante la temporada? Sin ir más lejos, este mes de agosto se volvió a batir un récord de actividad con más 1,5 millones de visitantes y un acumulado este año de más de 8 millones de pasajeros.
—Está claro que en los meses de verano, principalmente julio y agosto, el aeropuerto trabaja a pleno rendimiento durante muchas horas y las cifras no variarán mucho: pueden crecer un poco, pero también disminuir. Si un mes de la temporada tiene cinco fines de semana, por ejemplo, provoca que el tráfico pueda aumentar en comparación con el año anterior. Sin embargo, como decía, con el paso de los años el tráfico en invierno en los meses de fuera de temporada ha aumentado con muchas horas de actividad. El descenso lo determinan las compañías aéreas en el caso de que dejen de apostar por venir a Ibiza en esta época porque el aeropuerto es la vía de entrada y salida, pero no el que determina si hay más o menos actividad. Nosotros nos adaptamos a la situación de crecimiento motivado por ese poder de atracción como destino turístico, que ha permitido alargar la temporada desde abril hasta octubre. Y, en ese sentido, nosotros tenemos capacidad para ello.

La directora del aeropuerto de Ibiza, Marta Torres.

¿Aena se plantea incrementar el perímetro de la terminal para cubrir las necesidades de los usuarios o habilitar una segunda pista?
—Todos sabemos que el entorno del aeropuerto tiene una limitación de espacio que tiene al sur el Parque Natural de Ses Salines y al norte ya existe un desarrollo establecido. Por lo tanto, no resulta viable y, además, no existe una demanda ni hay ninguna necesidad. Otra cosa es que dentro de la superficie del aeropuerto sí que analicemos posibilidades de mejora en los espacios actuales porque los procesos operativos y las normativas van cambiando y nos exigen, a veces, nuevas necesidades de espacios para incorporar otros equipamientos. El propio pasajero busca una serie de comodidades en el aeropuerto y esto obliga a hacer modificaciones en el espacio que tenemos actualmente. Por ello, estamos analizando mejoras dentro del edificio terminal, y no tanto en la zona operativa de aviones porque tenemos una limitación clara y no hay ningún plan de ampliación a medio plazo.

¿El nuevo vial de acceso habilitado este verano logró aliviar el tráfico en la rotonda de entrada a la terminal?
—Al final este vial supone un acceso directo desde el tráfico que viene desde San Josep para el pasajero, el taxista o el VTC que quiera acceder al aeropuerto desde esa dirección, ya que no pasas por la rotonda de La Ponderosa, que es un punto crítico que tiene mucha congestión.

El problema es que la mayoría de vehículos vienen desde Ibiza.
—Claro, como la mayoría de vehículos viene desde Ibiza, no se soluciona el problema. En el caso de las personas que vienen a trabajar, al entrar de forma directa, quitan tráfico a la rotonda y alivian un poco el tráfico para aquellos que estén entrando desde Ibiza o para el que esté saliendo del aeropuerto. En paralelo hemos empezado una actuación que sí que pensamos que puede ayudar un poco a la saturación en la salida con un segundo vial de subida y de salida desde la torre de control, que será una incorporación directa a la carretera que va hacia Ibiza. Somos conscientes de que muchas veces el atasco está fuera del aeropuerto con dificultades de tráfico en la carretera. Por eso nosotros estamos en conversaciones con las instituciones competentes para buscar vías de mejora en ese sentido.

¿Qué os trasladan desde las instituciones?
—Todavía no se ha llegado a ninguna alternativa clara de mejora. Nuestra voluntad es colaborar, pero no podemos tomar una decisión sobre la modificación de una carretera que no es competencia nuestra. Confío en que esta labor de coordinación y de mejora llegue a alguna alternativa que se pueda implementar.

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¿Y qué más obras hay actualmente sobre la mesa en invierno?
—Vamos a acondicionar todos los viales, repavimentando aquellos que tienen un cierto deterioro. Será una regeneración superficial de todo el pavimento y se hará por fases; empezaremos seguramente a la vuelta de las Navidades para tenerlo finalizado antes de la temporada. También estamos actuando sobre un aparcamiento que está en la zona interior de empleados y que también da servicio a la zona FBO, u operador de base fija, de la terminal de vuelos de jets privados que también se está acondicionando. Además, estamos en fases de obra finales que han tenido que ver con cambios normativos y de equipamiento.

¿A qué fases se refiere?
—Estos dos últimos inviernos hemos estado haciendo toda la modificación de las máquinas de inspección del equipaje que va en la bodega de los aviones cuando facturamos. Por una normativa europea había que cambiar esas máquinas que inspeccionan las maletas y eso nos ha obligado, no sólo a cambiar estas máquinas y los escáneres, sino también todo el entramado de cintas porque las maletas viajan por el interior, que está formado por un circuito de cintas. Esto se finalizó la temporada pasada, pero paralelamente también se comenzaron a realizar cambios en la programación con distintos escenarios de trabajo.

¿Qué otras mejoras se han realizado dentro de la terminal?
—Está por entrar, sin fecha todavía muy clara, porque viene determinada por la Unión Europea y ha tenido varios aplazamientos, pero creemos que en el 2025 sí que entrará en vigor el cambio en la normativa de fronteras en aquellos países que están fuera del espacio Schengen. El procedimiento aéreo cambiará y eso supone que se necesita también otro equipamiento con unos softwares nuevos, que son sistemas que desarrolla la Policía Nacional. A nosotros sí que nos toca implementar e instalar un equipamiento nuevo y ganar también en superficie porque nos requiere más espacio en la sala de embarque y en la zona del control de pasaportes.

¿Cuánto se invertirá en estas obras?
—Creo que este invierno estaremos manejando una inversión en torno a los 3 millones de euros, pero primero hay que analizar esta inversión y ver si la hacemos a final de año y, además, ver cuánto se ha facturado. También vamos a construir una nueva sala VIP Premium, que es un servicio que permitirá realizar una reserva anticipada y también poder estar en una sala independiente y de forma más tranquila, sin tener que estar en la sala de embarque. El objetivo es tenerla para la próxima temporada de verano.

También se finalizaron las obras del edificio P1 Sur y se habilitaron 1.000 plazas para cubrir las necesidades de los usuarios.
—Sí, es cierto que sufrimos varias dificultades, empezando por la aparición de restos arqueológicos, que fue lo que fundamentalmente nos retrasó mucho. Debido a estos retrasos, tuvimos la necesidad de realizar las obras durante varias temporadas bajas.

¿Se han sentido un poco atacados por las administraciones y patronales debido a su denuncia sobre la mala imagen que ofrecían estas obras a los turistas?
—No, bueno, quizá a veces se echa en falta que haya un diálogo más directo para que pudiésemos explicar qué cosas estaban ocurriendo y qué dependía de nosotros. Al final, nosotros trabajamos dando un servicio y queremos que el servicio sea el mejor, y eso lo tenemos muy claro. También tenemos que adaptarnos a cómo es el tráfico en este aeropuerto estacional, aunque ahora la temporada se está alargando. Pero, como digo, quizá el único comentario que haría es la necesidad de más diálogo para poder explicar qué estaba ocurriendo. Pero ya está finalizada y contamos con casi mil plazas, que han supuesto casi duplicar la capacidad que teníamos. También nos ha permitido trasladar allí la operativa de usuarios del aeropuerto, como las furgonetas de empresas de alquiler, que ya no usan los viales de fachada y, así, reducir el tráfico y potenciar que sea para taxis y autobuses públicos.

Hablando del sector del taxi, ¿cómo se ha vivido esta temporada el aumento de taxistas ‘pirata’ en el aeropuerto de Ibiza?
—Cualquiera que venga por el aeropuerto ve que hay presencia de conductores irregulares que ofrecen servicios. Nosotros, como gestores aeroportuarios, no tenemos ninguna competencia en la movilidad terrestre, ni en la capacidad de denuncia y sanción. Sólo podemos informar a la gente de que usen los medios legales y adecuados. Y, en ese sentido, siempre hemos tenido coordinación con las instituciones y hemos fomentado que se publicite el transporte legal con carteles dentro y fuera del edificio de la terminal. Se ha realizado a través de un convenio con el Consell para que también publiciten vídeos en las pantallas del aeropuerto que informen al respecto, así como por megafonía.

¿El personal del aeropuerto cómo actúa ante los taxistas ‘pirata’?
—Cuando ven que ocurre algo irregular se ponen en contacto con la Guardia Civil o con la Policía Local. Como digo, son los agentes los que tienen esa capacidad de actuación y el aeropuerto ayuda en todo lo que puede, dejando también que los inspectores del Consell intervengan en el aeropuerto de Ibiza. Se ha llevado a cabo también un convenio con la Policía Local de Sant Josep para la instalación de las cámaras que les permiten ver qué vehículos vienen de forma recurrente, ya que en nuestra mano no está este poder sancionador porque no somos competentes. Es una lástima, porque somos los primeros que sufrimos esta presencia y esa mala imagen.

¿Está funcionando el punto de información de transporte legal habilitado en la terminal?
—Ésta es otra de las medidas habilitadas porque nuestra voluntad es coordinar y favorecer que se tomen las pautas útiles para reducir su presencia. Desde el Consell se nos propuso intentar facilitar que la propia Federación del Taxi de la isla diese una información directa y tuviese presencia y más visibilidad en la terminal. El objetivo es poder dar una información a los pasajeros de forma más rápida o más directa a la salida de la zona de recogida de equipajes y fomentar un poco que supiesen cuáles son las tarifas a los distintos destinos de la isla. Confío en que sirva para que el pasajero haga una mejor elección. Seguramente hay pasajeros que son conscientes de que no están eligiendo lo correcto. Sería oportuno también penalizar al usuario que es consciente. Como decía, el aeropuerto puede avisar y puede coordinar acciones para que intervenga la policía, pero no sancionar a nadie.

El Consell d’Eivissa solicitó la reducción de los anuncios de discotecas argumentando que proyectan una mala imagen del turismo en Ibiza.
—Publicitar estos anuncios no es una actividad que sea ilegal o irregular; el aeropuerto tiene publicidad e información de muchos tipos. Es una más, forma parte de la marca Ibiza. También colaboramos con el Museo Arqueológico y tenemos una pequeña exposición para mostrar otras identidades de la isla.

¿Ha aumentado la actividad este año de los jets privados en la isla?
—Este año los datos de movimientos de aeronaves han estado ajustados y por debajo del año pasado.