Manuel Ros Ibars, conocido entre sus amigos como ‘sa rata’, falleció el pasado 1 de diciembre a los 78 años de edad, dejando un profundo vacío entre sus seres queridos y amigos.
Marcelo, «que nació en un barrio norte porteño y resucitó en Ibiza» según él mismo explica, hace su homenaje a Manolo con estas líneas:
«Mala y triste noticia llega de Ibiza con la muerte de Manolo Ros, ‘Sa rata’ para sus amigos. Pero estas líneas no son para un anuncio necro. Aspira a ser un homenaje a un personaje querible y particular.
Y en este valle de lagrimas y terror que vivimos, una vida contada como una pretendida fábula creo que es reconfortante. Manolo ( y Toni Fita, imposible recordarlos por separado) diría que fueron nuestros primeros anfitriones en la isla blanca). No recuerdo cómo Agustín, Miguel y yo los conocimos pero si que fue un flechazo. Eran la cabecera de un reducido grupo de rebeldes y antifranquistas que se habían convertido, como una protesta más, en hippies. Ser melenudo y hippie durante el franquismo requería ciertos atributos sólidos. Manolo oficiaba de electricista, "el chispas" le decían en el mercado donde su familia ostentaba la mejor parada de pescados.
Su padre era el señor dueño de la mejor flota ibicenca. Desde niño, ‘sa rata’ fue un niño del mar. Y hasta la última vez que lo vi, hace 10 o 15 años, seguía saliendo diariamente a las cuatro de la madrugada a pescar en su pequeña barca. Verano o invierno, cuando la furia marina no se lo impedía.
Manolo, una noche con otros, intentó enseñarme a pescar calamares con un hilo de nylon y el dedo índice. Pesqué uno esa noche...Manolo, 15. No sé con qué argumentos Manolo convencía varios fines de semana a su padre que le dejará una de las barcas grandes. Allí trepábamos el grupo ibicenco/ argentino y partíamos hacía s’Espalmador (lo que hoy hacen gigantescos yates de millonarios para aburrirse). Pla Roig, el carnicero del mercado, llevaba medio o un cordero sin vender, los Ros pasarían pescados y mariscos sobrantes, bolsas de arroz y patatas, pimientos, ñoras, etc completaban la intendencia. Eran noches de paellas y asados. Por supuesto, en la medida que podíamos aportábamos cortes argentinos. Juancito Canale se nos unía para dominar las parrillas.
Manolo fue un ejemplar protector de Juancito, nuestro amigo y coequiper de rugby. Y fueron socios en la juerga y la realidad. Juan nos dejó pronto (una noche, generalmente aprovechábamos las de luna llena, Juan me dice: ‘Marcelo, espantarme ese perro que quiere afanar carne’. Juan, respondió es una rata. (s’Espalmador fue tierra de cultivo de cereales, los cultivos desaparecieron y enormes ratas subsistieron, nos contó un ibicenco). Había que mantener el fuego mientras dormías...el nombre Formentera, viene de fromenti, trigo.
En el entonces reducido muelle de Ibiza, un sábado cualquiera, nuestra partida era lo más divertido. Se agolpaban hippies con ganas de fiesta. Manolo dirigía todo. Hasta las admisiones. Recuerdo un día que una pelirroja espléndida preguntó a ‘sa rata’, ¿Podemos subir?. «Tú si, el de la melena que te espere hasta mañana», contestó él. Ya teníamos nuestras amigas a bordo trabajando y se aceptaban más, según criterios caprichosos. Le debo/ debemos a Manolo grandes noches de luna. Y no solo eso: momentos alegres gracias a su humor tímido pero pensante, sus grandes cocinadas, sus inigualables ratjas ratjadas, raya con patatas y all i oli, como nunca.
Manolo, dejas una estela de bonhomia; te recordaré con inmenso cariño y gratitud. Tú y tus amigos nos recibieron con el amor que nos dispensaban entonces a los argentinos. Nos abrieron las puertas de una isla rica de misterios. Pero no les fallamos. Nos abrieron puertas y ventanas de un reducto que era puro misterio para tres y después cuatro (tutti) porteños aventureros. No sabíamos qué sería de nosotros y nos diste tú y tu banda una forma hasta entonces desconocida de vida. Gracias a ti y a tus paseos en el Valiant 1970. Gracias por tu sonrisa y mostrar lo que es la modestia y el cariño silencioso de grandes gestos.
Tengas buena pesca en el cielo, querido amigo».
5 comentarios
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PITIUSGràcies Pitiús
Piter IbizaYa lo sabrá usted, sin preguntarlo....pero que lo haya preguntado aquì nos clarifica que usted no tiene ni pitìusísima idea de lo que aquì viene pasando....
Que tiempos aquellos, las palabras no alcanzan para explicar la magia de aquellos tiempos, CUANTA GRATITUD, hermosa isla, IBIZA,solo decirte.... GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.....
uno de los que ya no quedan ni vendran
pero este señor quién era?