Núria Martínez, durante un momento de la charla este martes por la mañana en el Casal de Igualdad de Vila. | C.L.C

Los precios de la vivienda, tanto de compra como de alquiler, son una de las temáticas sociales más recurrentes. Según el último estudio del INE, la vivienda es la segunda causa que más preocupa a los españoles -a tan solo ocho décimas de la primera, los problemas políticos en general-. Está situación, grave en todo el territorio del estado, es especialmente sensible en la isla de Ibiza, con los municipios con la vivienda más cara de todo el país.

Por ello, la exclusión residencial se ha convertido en un factor desgraciadamente más que habitual en las Pitiusas. Sobre ello ha marchado la charla ofrecida durante la mañana del martes, ofrecida por la educadora social y especialista en colectivos y procesos de exclusión Núria Martínez, en el marco de un ciclo de charlas dirigidas a profesionales del sector.

«La exclusión social y el sinhogarismo no es solo la gente que está a pie de calle durmiendo, es también una problemática invisible. Son también todas aquellas personas que han de hacinarse en un piso, la gente que se ve obligada a residir en una infravivienda o una casa sin cédula de habitabilidad, en una caravana o en un asentamiento», ha explicado Martínez.

Precisamente esta «invisibilidad» es lo que provoca, como ha añadido Martínez, que sea tan difícil ofrecer datos fiables sobre cuanta gente está afectada por esta problemática en Ibiza. Y es que, en palabras de la experta: «solo se contabilizan las personas que piden ayuda en centros, pero no podemos saber cuantos son aquellos que, estando en situación de exclusión, están fuera de los centros».

Durante la charla también se ha incidido en las consecuencias que tiene la exclusión residencial sobre la infancia: «cuando pensamos en el sinhogarismo solemos pensar en personas adultas, pero este fenómeno tiene unas consecuencias enormes para los más pequeños en su desarrollo».
En relación a la isla de Ibiza, es evidente que los asentamientos son una pieza cada vez más habitual precisamente por estas dificultades a la hora de acceder a una vivienda. A este respecto, Martínez ha asegurado que «la mirada hacia los asentamientos está siendo criminalizadora, porque no se está atendiendo a los factores económicos que han llevado a que se generen estos asentamientos».
Pese a que la charla no se ha centrado en la cuestión de la mujer, sí que se ha ofrecido una perspectiva de género, y se ha tratado la problemática añadida en, por ejemplo, todas aquellas personas víctimas de violencia de género «que no pueden salir de los centros de acogida una vez se normaliza su situación porque no tienen una alternativa habitacional».

Ya a modo de petición, y para concluir la charla, Martínez ha asegurado que es necesario recalcar las responsabilidades de las políticas públicas para que haya un amparo. «La gente está descapitalizándose para poder pagar un alquiler. No hay vivienda de protección oficial en la isla. Hace falta una verdadera voluntad de las administraciones de la isla para atajar el problema», ha asegurado.