Santa Gertrudis ha celebrado este sábado su día grande por todo lo alto. En una plaza de la iglesia completamente engalanada para la ocasión, decenas de personas han vibrado del día más especial para la parroquia al ritmo del ya tradicional ball pagès.

La celebración comenzaba a las 12 de la mañana, con la tradicional misa solemne en la iglesia del pueblo. Presidida por el obispo de Ibiza, Vicent Ribas, ha contado con la comitiva eclesiástica de la isla al completo.

Como apunte negativo, cabe destacar que la misa ha tenido que ser suspendida durante casi una hora, ya que uno de los asistentes, un hombre de avanzada edad ha sufrido un vahído. Así, la celebración religiosa se detenía para atender al hombre hasta que, finalmente, los servicios sanitarios llegaban para atenderlo y llevárselo. Afortunadamente, todo parecía quedar en un susto. Tras este percance, la misa se retomaba poco después de las 13.30.

Medía hora después, y cuando el reloj estaba a punto de marcas las dos del mediodía, comenzaban a repicar las campanas en la iglesia de Santa Gertrudis. La gente se agolpaba al rededor de la puerta para ver como salía una procesión portando las figuras eclesiásticas. La comitiva iba acompañada de la música de la Colla de Santa Gertrudis, que ponía el toque tradicional a la celebración, con la participación tanto de los mayores como de los más pequeños.

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La comitiva realizaba un recorrido a lo largo del pueblo, siendo acompañada por las instituciones eclesiásticas. Tras este recorrido por Santa Gertrudis, unos veinte minutos después empezaba a sonar la música de fondo, con el regreso de todos los que habían partido. Volvían a entrar a la iglesia para depositar a las figuras en su sitio habitual y, ahora sí, era el turno del baile.

La gente comenzaba a formar un gran círculo de manera que todo el mundo pudiera ver el espectáculo ofrecido por la Colla de Santa Gertrudis. Tras enseñar su bandera, que data el nacimiento de la colla en 1983, comenzaba la exhibición.

Al ritmo de las curtes y las llargues, el repicar de las castanyoles y el tan característico sonido de la flauta ibicenca, cerca de una treintena de balladors y balladores hacían una buena demostración de su arte, tan representativo de las tradiciones de nuestra isla.

La plaza de la iglesia se convertía así en un escenario de baile por un día, decorado para la ocasión. Decenas de personas se agolpaban para disfrutar a lo grande de esta muestra de folklore y disfrutar así de las celebraciones de la Parroquia de Santa Gertrudis.

Sin embargo, y a pesar de que este sábado ha sido la celebración de su día grande, las fiestas de la parroquia no llegan a su fin. Unas fiestas que comenzaron el pasado 3 de noviembre, y que se extienden hasta el sábado 30 de este mes. De entre las actividades a destacar que todavía quedan por celebrar estarían la V Edición del Concurso de Arroç amb pabrassos de este mismo domingo o la XIII Edición de la Jordana Gastronómica Intercultural que se celebrará el domingo 24 de noviembre.