La chef Carlota Bonder asegura que no podía soportar la idea de estar en su casa de brazos cruzados viendo el gran drama de Valencia. Por tanto, animó a Begoña, valenciana y compañera de batallas, y se desplazó a la zona cero con su furgoneta cargada de productos que le donaron en Ibiza sus proveedores habituales.

En cuestión de días, la cocinera ha puesto en marcha solidarios.chefs, una iniciativa «en la que nos estamos dejando la piel y es impresionante la acogida que estamos teniendo».

En estas primeras jornadas les han cedido las instalaciones del Levante para cocinar y no descarta cambiarse de lugar para disponer de más espacio. «Tenemos una zona de comida sin gluten, otra de bocadillos e incluso una de envasados», comenta.

Además de los chefs que se han sumado al proyecto, un ejército de voluntarios recoge a diario toda la comida para repartirla después «mano a mano» entre la gente que necesita comer caliente. «En la televisión no está saliendo nada. Todo es mucho peor», asegura la cocinera.

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En cuanto a las raciones, este martes los chefs elaboraron cerca de 25.000. «Se está volcando todo el país. Gente de Ibiza me está mandando trailers, pañales o productos», insiste.

«Yo soy cocinera y tengo en Ibiza una empresa de chefs. No podía más. Estaba en mi casa llorando al ver lo sucedido y me animé a hacer algo», explica.

En redes sociales incluso han aparecido estos días mensajes pidiendo alojamiento en Valencia para estos chefs desplazados. «Llevamos la comida caliente. Muchos no tienen luz y no pueden calentar nada. La gente baja desesperada a buscarla», explica.

Al pie del cañón durante unas 17 horas diarias, Carlota explica que un niño comenzó a llorar cuando pudo comer un poco de pasta después de una semana sin prácticamente nada. «He creado la fundación con Melissa Herrera. Necesitamos mucha ayuda», afirma también.
Gracias a iniciativas como solidarios.chefs aquellos que lo han perdido todo pueden comer estos días un plato de lentejas, arroz o pollo. «Estamos dando comida rica cocinada con amor. Esto es lo que necesita esta gente y también a los equipos de limpieza. Hay mucho fango y no hay nadie en el mundo que pueda organizar este desastre», lamenta.