Living Zurita es el dueño del restaurante donde sucedieron los hechos. | Irene Arango

La Guardia Civil de Ibiza informaba esta semana de la detención de un cocinero de un restaurante de Ibiza por presuntamente agredir a un cliente alemán de 72 años que se quejó de un plato. Según el relato de la Guardia Civil, el cocinero del restaurante se dirigió a la mesa donde se encontraban comiendo el agredido y su familia, «gritando y de forma muy agresiva». Una vez que llegó hasta el hombre alemán de 72 años, el cocinero supuestamente le «propinó un fuerte empujón que hizo que cayera al suelo y se golpeara con el respaldo de una silla, dándose un fuerte golpe en la espalda y nuca». Mientras su cliente estaba en el suelo tras el fuerte empujón, el presunto agresor «estrelló el plato de comida justo al lado del hombre tendido en el suelo, gritando e insultándole a la vez».

La versión del restaurante

Living Zurita, propietario del restaurante, ha querido explicar su versión de los hechos a Periódico de Ibiza y Formentera, pues difiere totalmente con la que ha trascendido esta semana públicamente a los medios de comunicación a través de la Guardia Civil. «Pasó el 25 de septiembre, que era miércoles y día de mercadillo en es Canar. Este señor vino con su mujer, su hijo y su nuera. Pidieron parrillada de pescado para dos y paella de marisco. Se lo comieron todo. En un momento dado, el camarero empieza a retirar los platos y el señor le dice que venga el encargado porque no va a pagar», explica Zurita en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera. El dueño del local se acerca a la mesa y le pregunta en inglés qué es lo que ha pasado. «Me comenta que toda la comida estaba muy buena, pero que no va a pagar porque había una cabeza de pescado, en concreto una cabeza de mero, y ellos no se comen las cabezas de pescado. Y me quedé pensando y se lo dije que por qué no lo había comentado antes de comérselo todo. Él me contestó, de forma chulesca, que se lo comió porque tenía hambre. Le ofrecí si quería, por ejemplo, dos rodajas de rape más y me dijo que no y que viniera alguien que hablara alemán». En este momento, siempre según la versión aportada por el dueño del local, llama al cocinero, que sabe alemán. «El cocinero le explica que la cabeza del mero estaba en la parrillada porque en España se comen las cabezas de los pescados y que son muy apreciadas. El señor le dijo que si los españoles somos tontos que es su problema, pero que en Alemania la cabeza de los pescados no se come», afirma Living. Entonces, el comensal alemán de 72 años, de complexión corpulenta y alta estatura, se levantó de la silla «y cogió al cocinero por los hombros; el cocinero le dijo que no lo tocase y se apartó de él. El comensal se tropezó él mismo con la silla en la que estaba sentado y se cayó». A esto se suma, según prosigue relatando Living, que la mujer «cogió un plato y se lo lanzó al camarero, pero lo esquivó; tenían una actitud muy agresiva». Rápidamente, los camareros acudieron a ayudar al cliente a levantarse y sentarse de nuevo. «Vinieron la mujer, el hijo y la nuera hacia mí, ofendiéndome en su idioma y yo no entendía nada; solo les decía sorry, sorry (lo siento) por la caída que él mismo tuvo. Se fueron del restaurante riéndose y sin pagar la cuenta».

Living, quien afirma que lo tiene todo grabado pero que aún no puede difundir los videos porque está todo judicializado, se personó a los pocos días en la Guardia Civil para ver si había denuncia o no porque había algunos comentarios en redes sociales «y no había denuncia ni nada». La denuncia llegó a mediados de este mes de octubre, semanas después del incidente. «Se llevaron al cocinero detenido y rápidamente pedí a la empresa de seguridad las imágenes de las cámaras, que las presenté en el Juzgado. El cocinero estuvo unas cinco horas detenido, no más; ha quedado en libertad sin fianza». Sobre si piensan denunciar por lo sucedido, afirmó que este asunto está en manos de su abogada y que no descartan ninguna acción en este sentido y reitera que tiene videos que demuestran todo lo que ha contado.