Dos de los «participantes» en la nueva moda. | Toni Planells

La última tendencia viral, o tal vez una genialidad de estrategia de márketing, ya se está notando en los pasillos de los Mercadona de Ibiza. De 19 a 20 horas, el ambiente en los establecimientos de la cadena de Juan Roig cambia de manera palpable.

Más allá de las miradas más o menos discretas al contenido de los carros de los demás clientes, para ver si una piña al revés invita a un saludo en forma de choque, el personal del supermercado también aumenta su capacidad de observación, se divierte y comenta con humor cualquier novedad respecto a la que se ha convertido en una hora clave dentro de su jornada. «Cuando son las siete de la tarde, empieza un poco el cachondeo, con la gente diciendo ‘¡vamooos, que ya es la hora!’», aseguraba una de las empleadas que no aguantaba la risa al reconocer que «ahora las 'putivueltas' también se dan en los pasillos del supermercado».

«¿Has conseguido algo ya?», preguntaba una empleada a su compañero mientras arrastraba una pila de material para reponer en las estanterías coronada con una piña vuelta del revés. «Todavía no, pero aún es pronto», contestaba él entre risas, pasadas las 19:10 de la tarde. «Si pillas algo, avisa, que habrá que celebrarlo», comentaba una tercera compañera mientras formaban un corrillo improvisado para comentar la jugada.

De 'ligue'

Joel e Ilir paseaban por los pasillos del Mercadona desde las 19 horas «con el apoyo logístico» de sus amigos. Compartiendo carro, pero con dos piñas vueltas del revés para mostrar que ambos buscan pareja, estos jóvenes reconocían que «por el momento no hemos tenido suerte, pero no perdemos la esperanza, todavía estamos a tiempo».

Para dar pistas sobre sus personalidades y sus intenciones, Ilir y Joel acompañaban sus piñas con una serie de productos. «Llevamos azúcar porque somos dos chicos dulces», explicaba Ilir mientras alternaba las explicaciones con Joel, que añadía que «llevamos también una barra de pan porque los dos somos buenos como un trozo de pan».

Una piña bocabajo. | Toni P.

En el carro de la compra de los jóvenes, uno de los grandes, también había una caja de barquillos, «porque estamos así de blancos», y un par de plátanos. Cuestionados por el significado de esta fruta dentro de los códigos, ambos amigos hacían una breve pausa antes de mirarse con complicidad y estallar en risas. «Son para simbolizar que, aunque todavía somos jóvenes, maduraremos rápido», explicaba Joel sin dejar de reír. Respecto al vacío del resto del carro, Joel explicaba con cierta resignación que también tenía un significado: «simboliza el número de chicas con las que vamos a ligar esta tarde».

Moda viral

Todo comenzó con un vídeo que dos señoras subieron a las redes haciéndose eco de la idea que vieron en internet y que ya se ha venido a llamar el ‘Tinder de Hacendado’: ligar en el Mercadona de 19 a 20 horas. Una moda a la que ya se están sumando otras cadenas como Lidl o Carrefour.
«Ha sido una moda muy repentina, ayer (por el martes) me preguntaba la gente y no tenía ni idea de lo que me estaban hablando», explicaba una de las trabajadoras que, entre risas, pronosticaba que «a este paso, no veas cómo va a subir el precio de la piña».

Códigos

Según la tabla de códigos que va creciendo por segundos en las redes, la piña puesta del revés sirve para hacer público el perfil receptivo del usuario. Con ella hay que dirigirse al pasillo de los vinos. Allí, la manera de dar like a otro usuario es chocarle el carro a la otra parte. Tal como explican distintos perfiles en las redes, el equivalente a un súper like sería el gazpacho que alguien pondría en el carrito de su objetivo.

De la misma manera que en el perfil de la aplicación se dan pistas sobre las intenciones del usuario, en el supermercado es el carrito el que ofrece la información necesaria para saber si la otra parte está interesada en rollos de una noche, pasárselo bien un rato o si, por otro lado, lo que se busca es una relación estable. «Las cosas que caducan pronto significan que solo quieres un rollo, pero las que duran mucho tiempo significan que quieres algo serio», sintetizaban Ilir y Joel.

Unos bombones o chocolate dan pistas sobre la relación dulce, placentera y fugaz que busca quien los porta, de la misma manera que frutas o ensaladas denotan la intención de una relación sana pero con una frescura limitada en el tiempo. La durabilidad de las conservas o de unas lentejas deja claro que quien las ha metido en su carro pasa de ‘rollos de una noche’ y busca una relación estable. Por el momento no se ha detectado en las redes ningún código relacionado ni con las perdices ni con las calabazas.