Can Rova. | Irene Arango

Juan David es un joven colombiano que ha estado viviendo por cuatro meses en el asentamiento de Can Rova, que hoy abandona. A su salida ha reclamado el derecho de los trabajadores de la isla a tener una vivienda digna: "Los pisos se reservan para los turistas y nosotros nos vemos obligados a sobrevivir".

Originalmente tenían pensado hacer una sentada pacífica para el momento del desalojo, pero las autoridades les han informado que si no salían de forma voluntaria "intervendrían mediante el uso de la fuerza". Ante esto, ha decidido salir junto a dos compañeros más.

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Juan David ha querido destacar el ambiente pacífico que se vive dentro del asentamiento y la amplia presencia de gente que vive ahí con sus hijos "algunos incluso recién nacidos".

A su salida se ha querido reservar la cantidad del importe que pagaba como arrendamiento del espacio. Justo después del desalojo no sabe ni tan solo donde va a ir. "Por el momento voy a ir a desayunar y me lo pensaré", ha asegurado.