La clínica en Ibiza no tiene ningún cartel informativo de su situación. | Irene Arango

La cadena de estética Centros Único viene cerrando sus puertas sin avisar ni a sus propios empleados ni a los clientes que, en muchos de los casos, tenían bonos pagados a medio consumir los últimos dos meses por todo el territorio nacional. Este mismo martes la cadena se declaraba en concurso de acreedores, tal y como anunciaban en un comunicado a través de su página web, dejando en la estacada tanto a empleados como a clientes. «Las sociedades que han venido explotando la marca Centros Único, en cumplimiento de lo previsto en el Texto Refundido de la Ley Concursal, han procedido a solicitar la declaración de concurso de acreedores para la liquidación ordenada de la compañía en los términos legalmente previstos. Esta decisión se ha tomado en estricto cumplimiento de las previsiones legales que resultan de aplicación». Este es el mensaje que salta de manera automática al entrar en la página web de la cadena.

En Ibiza esta cadena estaba presente mediante su establecimiento en la avenida Isidor Macabich número 25. Cuando uno se acerca a dicho establecimiento no se encuentra con ninguna señal que avise de este cierre. Tan solo hay un pequeño cartel en la cristalera que indica el supuesto horario y que añade que «por falta de personal este horario podría ser modificado». Nada de un cierre definitivo de los establecimientos cuando, por dentro, se deja ver completamente desmantelado.

Este cierre ha afectado a clientas de la isla como Raquel Clavijo. Esta joven de 25 años y originaria de Sevilla, que se encuentra en la isla por motivos laborales durante la temporada de verano, cuenta que «tenía un bono pagado para varias sesiones y, sin motivo alguno, dejaron de responder el teléfono. En la web seguían dejando coger cita y las dos veces que fui estaba cerrada». Pero ahí no termina el asunto, ya que desde un número de teléfono de Madrid le llamaban diciéndole «que la chica estaba enferma y que no podían atender, que ya llamarían ellos para dar la nueva cita». Su última cita ya se había retrasado 20 días. Raquel se tuvo que buscar otra clínica y del dinero que invirtió en Centros Único «no sé lo que va a pasar ni si voy a poder recuperarlo». No tiene muy clara la cantidad total invertida ni el dinero que tiene acumulado en sesiones, puesto que «iba comprando bonos de entre 200 y 300 euros de valor». Lo que sí tiene claro es la falta de información por parte de la cadena, ya que ni tan siquiera le han informado de si se trata de un problema con el establecimiento de Ibiza o a nivel global.

Al respecto, Consumo se ha pronunciado recordando que «de cara a la reclamación contra la empresa afectada en cuestión, la persona afectada debe detallar el caso particular y las cantidades que se deban, debiéndose presentar la reclamación por un medio que permitiera acreditar la realización de esta dirigida al domicilio social de la empresa en cuestión cuyos datos deben aparecer en el contrato firmado en su día por la persona interesada».

Los afectados han estado organizándose por su cuenta a través de la plataforma Telegram. En ella, cuentan ya con más de 1.500 usuarios quienes comparten toda la información para realizar las respectivas reclamaciones y van sumando ubicaciones donde estos Centros Único han cerrado sus puertas.