Una imagen de la mesa informativa en Caló des Moro. | Archivo

Unas colillas gigantes colocadas justo a la entrada de la playa son el principal reclamo de la nueva medida del Ajuntament de Sant Antoni: convertir por segundo año consecutivo Caló des Moro como una playa libre de humos. Así lo advierten varios postes informativos ubicados en la arena y el stand ubicado justo a la entrada. En él aparece una garrafa, llena de colillas. Todas ellas han sido recogidas en tan solo una mañana, lo común en una playa en la que ver a alguien fumando es tónica habitual, aseguran desde el stand.

Y es que si bien la prohibición no es taxativa, ni contempla multas, ya que impedir una actividad así al aire libre no es fácil, se realiza «una amable pero contundente invitación» a que no se fume en la playa. Con ello, se suma a otras playas de las Pitiusas, la mayoría ubicadas en el municipio de Sant Josep, pero la única de su municipio, Sant Antoni.

Respecto a esta medida se ha pronunciado el Coordinador Municipal de Platges de Sant Antoni, José Antonio Porras, refiriendo que «se adhirieron en su momento para ver qué aceptación había, y la experiencia fue muy positiva». Respecto a la medida, ha incidido en que «a nivel ordenanza no se puede prohibir», pero que invitan a la gente a tener unos hábitos más saludables y que, cuando se informa a la gente de que es un espacio libre de humo «la gente responde y se lo toma bien».

Más allá de la salud, también hay un aspecto importante en cuanto al tabaco en las playas se refiere, y es el medioambiental. Fumar deja muchos residuos en nuestras playas y, en el stand informativo organizado en el día de hoy, ha estado Olivia López, educadora ambiental del Ajuntament de Sant Antoni.

«Es una campaña de concienciación de hábitos saludables y también a nivel medioambiental de los tóxicos que tienen las colillas que se dejan en la arena. Tan solo una colilla es capaz de llegar a contaminar de ocho a diez litros de agua salada y hasta cincuenta de agua dulce. Hay que hablar de este impacto de nuestro paso por la playa. El cuarenta por ciento de los residuos que hay en el Mediterráneo corresponden a las colillas, y tan solo una de ellas puede contener hasta 7.000 sustancias tóxicas. Además, estas sustancias muchas veces pasan a la cadena trófica a través de los peces y nos llega hasta nosotros» ha explicado Olivia.

Esta medida, pese a restringir algo que para mucha gente es frecuente, ha sido en líneas generales bien aceptada por quienes acuden a Caló des Moro. Es el caso de, por ejemplo, Ana, una vecina de la zona que no sabía de esta restricción y estaba fumando. Cuando el socorrista le ha llamado la atención «se ha sorprendido, pero le ha parecido bien y ha dejado de fumar, porque eso puede hacerlo en cualquier otro lado».