Imagen de archivo de la ruina de Cala d'en Serra. | Archivo

El Ayuntamiento de Sant Joan de Labritja ha aprobado por unanimidad trasladar al Consell Insular la expropiación de la ruina de Cala d’en Serra. Durante el pleno extraordinario de este viernes, la alcaldesa, Tania Marí, ha destacado «la especial importancia de garantizar la recuperación de este espacio y su conservación, así como asegurar una gestión coherente con las protecciones de las que goza y, además, garantizar que a, a largo plazo, el uso al que se destina el terreno sea el de la conservación del hábitat y especies que en ellas existen, siendo esencial la prevención de incendios forestales y la preservación de la fauna presente».

En este sentido, ha recordado que «después de caducar la licencia existente de 1975, se llegó a un acuerdo con el Consell para que sea la administración insular la que adquiera dicho terreno para proceder al derribo de la estructura en un menor plazo». De esta manera, se asegura la efectiva demolición y eliminación del riesgo y del impacto que representa para el medio ambiente y para los usuarios de la zona. «Finalmente se ha optado por que sea el Consell quien expropie los terrenos y restituya la zona a su estado original, dado el nivel de peligrosidad y riesgo de derrumbe. Con ello adelantamos plazos y cumplimos con uno de nuestros compromisos electorales», ha expresado Marí.

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La alcaldesa ha agradecido la colaboración y apoyo recibido por parte del Govern y del Consell y ha recordado que «nuestro objetivo está más cerca que nunca gracias a la declaración de su utilidad pública en el Decreto Ley 3/2024».

Asimismo, desde el Consistorio han manifestado que se considera de interés insular que sea debidamente protegido el uso y disfrute público de la zona de servidumbre de protección de la costa, teniendo en cuenta que «estamos ante una playa virgen de especial interés y alto valor ecológico y tradicional, que los usuarios serán los residentes de la isla así como sus visitantes, y se deberán definir las diferentes actuaciones para garantizar un adecuado mantenimiento ambiental de la finca, a la vez que permita ofrecer un uso público coherente con los valores de conservación de este entorno natural».

Por otra parte, el pleno municipal ha aprobado también el proyecto básico de depósito regulador de agua desalada con capacidad para 2.000 metros cúbicos y redes de enlace para núcleo urbano de Sant Miquel y futura conexión al puerto. Además ha dado luz a la aprobación inicial de la ordenanza reguladora de la prestación patrimonial de carácter no tributario relativa a la prestación del servicio municipal de saneamiento de aguas en el término municipal de Sant Joan de Labritja.