El vídeo en cuestión en el que se utiliza el producto a base de ácido oxálico. | Nomad SeaLife - Instagram

Una cuenta de Instagram de Ibiza ha publicado un método infalible para deshacerse de la suciedad que deja el polvo en suspensión en las embarcaciones utilizando nada más y nada menos que un tipo de ácido, como demuestra en su catamarán fondeado en Talamanca.

Nomad SeaLife es una pareja que vive a bordo del Fornes, su catamarán, que alquilan en verano como chárter náutico en las Pitiusas. La pareja tiene gran actividad en redes con casi 40 mil seguidores. Su último vídeo, publicado este jueves por la tarde, enseña a usuarios de otras embarcaciones cómo limpiar la cubierta y devolverla a su blanco más puro.

En el vídeo se muestra el tono amarillento que cogió la cubierta del catamarán tras los días de calima y la lluvia de barro de estas últimas semanas. Nomad SeaLife enseña que, tras hacer una limpieza profunda con la kärcher, se realizó un tratamiento con un producto a base de ácido oxálico.

Los resultados no dejan lugar a dudas. Y es que el catamarán está "como nuevo" con un brillante "blanco nuclear".

Muchos usuarios han acudido rápidamente a preguntar por el producto utilizado con ánimo de utilizarlo en sus propias embarcaciones. Sin embargo, también hay otros que se preguntan por el impacto medioambiental de rociar con ácido una embarcación fondeada, cayendo todos los residuos al mar. "Vamos, esa contaminación al mar con esos productos ácidos", se sorprende una usuaria.

La propia cuenta responde a un usuario admitiendo que no utilizan demasiado el producto porque, al estar compuesto a base de ácido, puede afectar a la embarcación. "¿Y no es muy agresivo ese producto?", preguntan en un comentario, a lo que Nomad SeaLife responde: "No lo utilizamos habitualmente, solo de forma ocasional cuando vemos que está peor la cubierta".

El Instituto del Agua indica que el ácido oxálico puede provocar acidificación del agua, perjudicando al ecosistema marino al rebajar los niveles de pH del agua. Se utiliza en algunos procesos de aguas residuales, pero el Instituto indica que se debe de controlar por el riesgo de acabar en el mar en grandes cantidades.