En Talamanca ha sido necesario emplear tres máquinas y aumentar el número de operarios. | Irene Arango

La Concejalía de Playas del Ayuntamiento de Eivissa, dirigida por Rubén Sousa, activó este jueves por primera vez el plan de contingencia para limpiar las playas del municipio tras los efectos del pequeño temporal que ha afectado a esta zona de la isla en los últimos días. El arenal más afectado ha sido el de Talamanca, donde ha sido necesario emplear tres máquinas y aumentar el número de operarios para retirar la gran cantidad de posidonia depositada por las olas en la arena, según ha explicado el concejal.

Sousa explicó a Periódico de Ibiza y Formentera que el plan de contingencia de playas ya existía en la pasada legislatura. Sin embargo, «se activó alguna vez y no se hizo nada más». El Consistorio ahora lo activa cuando «hace falta» con el objetivo de que las playas de Vila «estén el mejor estado posible para los residentes y para los turistas». Este incremento de máquinas y de operarios corre a cargo de la empresa concesionaria del servicio de limpieza y su objetivo es «recuperar las playas en el menor tiempo posible cuando hay un temporal o sucede algo que así lo justifica», ha recordado Rubén Sousa.

El edil animó a los residentes en la isla a visitar las playas de la capital porque, ha dicho, «están muy bien». En este sentido, Sousa puso como ejemplo la recuperación del arenal de Talamanca, que se encuentra «en muy buen estado» gracias al esfuerzo que está haciendo el Ayuntamiento en la limpieza y, sobre todo, a la decisión de alejar el balizamiento, impidiendo así las molestias que causaba el elevado número de barcos que fondea en esta bahía. Además, se han puesto en marcha acciones como la que se celebrará este sábado con el fin de recoger el mayor número de residuos plásticos y concienciar a los ciudadanos de la necesidad de mantener las playas en el mejor estado.

En lo que a la posidonia se refiere, Sousa recordó que es trasladada a un depósito ubicado en sa Coma. Una vez que concluya la temporada turística, los restos volverán a ser trasladados a la playa, con el fin de recuperar tanto esta planta acuática como la arena. En este sentido, Sousa rechazó la posibilidad de mantener los restos de posidonia en las playas urbanas de Vila porque, según destacó, «ni los residentes ni los turistas quieren poner la toalla» en esas circunstancias. «La arena de nuestras playas», ha recordado el concejal, «es uno de nuestros atractivos. Además, la posidonia desprende mal olor y eso molesta, tanto a quienes están en la playa como, por ejemplo, a los restaurantes de estas zonas. Es un dilema pero nuestra imagen depende de lo que hagamos».

Sousa explicó que la recogida y el tratamiento de la posidonia están regulados por una norma del Govern balear. Norma que, ha dejado claro, «el Ayuntamiento de Eivissacumple escrupulosamente». Pero ha insistido en que no retirar la posidonia «sería un error». «Lo que se hace ahora no afecta para nada a esta planta y no hace ningún daño al medio ambiente».