Cabe recordar que la posidonia, declarada como Patrimonio de la Humanidad en 1999, contribuye a la protección de las playas y del litoral, impidiendo su erosión con la acumulación de sus hojas en la orilla. | Toni Planells

Las quejas por la presencia de posidonia en la costa de Platja d’en Bossa empiezan a ser uno de los clásicos del inicio de la temporada estival en Ibiza. Y es que las hojas de la planta marina arrastradas por la corriente cubren buena parte de la cada vez más limitada extensión de arena en la parte perteneciente al municipio de Vila de la playa.

«La parte de Platja d’en Bossa que pertenece a Vila está llena de posidonia que cubre buena parte de la arena», se queja uno de los gerentes de los negocios de hostelería situados a pie de playa, que añade que «cada año pasa lo mismo, hasta que no nos quejamos no la retiran y, mientras la parte de Sant Josep está limpia e impoluta, nuestra parte está hecha un asco».

Negocio

El empresario explica que «este año han tenido que poner las hamacas un poco más apartadas de nuestro negocio, donde está un poco más limpio» para asegurar que «es un factor que nos repercute negativamente al negocio, añadido a que la temporada ha empezado floja, no ayuda. A los clientes les da asco y no vienen».

El hostelero denuncia que la «dejadez» que sufre este tramo de la playa queda patente «año tras año» y pone como ejemplo «cuando se cayó la torre de socorrismo tras un temporal y no se reparó hasta que nos quejamos».

Esta «desidia» de la que se queja el empresario queda reflejada en «los dos montones que han dejado acumulados y que no se han llevado mientras el resto de la playa se volvía a llenar». Según el hostelero, esos montones de posidonia acumulada, «produce unos olores muy desagradables que, aunque este año no sentimos porque están más apartados, otros años nos ha afectado».

Comparación

«Parece mentira que tengan un lugar tan famoso como este tan deplorable», denuncia mientras apunta que «si miras la parte de Sant Josep está limpia e impoluta, cada día ves como le pasan el rastrillo y solo hay una línea de arena mientras que en la nuestra se ven claramente dos líneas: una de posidonia y otra de arena».

El empresario reconoce que este tramo de la playa ha venido disminuyendo su superficie de arena durante los últimos años, sin embargo, reivindica que «todavía quedarán unos 15 metros de playa que se pueden aprovechar». No obstante, denuncia que «de esos 15 metros la mitad está cubierta de posidonia y a la gente no le gusta nada tener que pisarla para meterse en el agua».

Cabe recordar que la posidonia, declarada como Patrimonio de la Humanidad en 1999, contribuye a la protección de las playas y del litoral, impidiendo su erosión con la acumulación de sus hojas en la orilla. Además, mantiene las aguas cristalinas y constituye lugar de cría, guardería y hábitat de múltiples especies en el fondo marino.